La gestión de los datos que realizan los empleados en su trabajo se ha convertido en un aspecto crucial para la seguridad de las organizaciones. Cerca del 63% de los nuevos empleados aportan datos que han gestionado en sus anteriores puestos de trabajo.
El 27% de los responsables de seguridad de la información no monitorizan los datos que los nuevos empleados aportan a la organización. Ésta es una de las conclusiones que se extrae de un estudio de Code42 a partir de una encuesta a más de un millar de líderes de seguridad de la información y 600 responsables de la toma de decisiones de empresas.
El informe pone de manifiesto una de las grandes problemáticas a las que se enfrentan hoy en día las organizaciones, como es la gestión de los datos y el uso que hacen sus empleados de ellos. Y es que los empleados se siente “con derecho a la propiedad” de los datos que manejan en sus trabajos, lo que hace que un 63% acceda a nuevos lugares de trabajo trayendo consigo datos de empleos anteriores.
El 75% de los responsables de seguridad detecta que los nuevos empleados traen datos y recursos de otras empresas
Alrededor del 75% de los responsables de seguridad apunta que los empleados no solo se llevan consigo datos corporativos de anteriores puestos de trabajo sino también ideas y otros recursos que consideran como propios.
Una gestión de identidades eficiente
Otro de los datos que pone de relevancia el citado estudio es que casi un 60% de los responsables de seguridad reconoce haber interceptado datos con el potencial de interrumpir el negocio, desde un punto de vista legal o de riesgo. Todo esto pone de manifiesto la importancia de controlar todos estos datos que manejan los empleados ya que las amenazas internas no intencionales son una de las principales causas de las violaciones de datos que se dan en las organizaciones hoy en día.
Los antiguos empleados son uno de los mayores riesgos para la filtración de datos
El estudio de Code42 también pone énfasis en la necesidad de tener en cuenta todos los factores que conforman la gestión de identidades para que al dar de alta o de baja a un empleado en una organización, los datos, los accesos y los activos corporativos queden completamente protegidos.
No en vano, los empleados que cesan su actividad en una empresa suponen uno de los mayores riesgos para la filtración de datos como ha quedado constancia en muchas ocasiones con el impacto que conlleva, tanto económico como para la reputación de la organización.
Imagen inicial | Simon Hattinga Verschure