Actualidad, Área Práctica, Tecnología

VDI: beneficios de una infraestructura de escritorios virtuales

vdi-servidor-infraestructura

El teletrabajo y los modelos híbridos han supuesto una realidad que ha aupado la tecnología que posibilita trabajar desde cualquier lugar. En este sentido, el VDI se ha desarrollado enormemente en los últimos años creando una oportunidad donde los partners deben contar con la mejor infraestructura para cumplir los objetivos de sus clientes.

El concepto VDI hace alusión a la infraestructura de escritorios virtuales. Esto se refiere a las máquinas virtuales utilizadas para la gestión de escritorios virtuales. Así, cualquier empleado de una organización que trabaje en remoto puede acceder a los recursos necesarios para su día a día.

La VDI se ejecuta en diferentes dispositivos y sistemas operativos, lo que permite a los usuarios acceder a sus escritorios virtuales desde cualquier lugar y en cualquier momento. Una opción que es ya una tendencia al alza para compañías que quieren impulsar los entornos híbridos sin perder su agilidad, eficiencia y seguridad.

Y es que las ventajas del VDI son numerosas:

  • Reducción de costes de soporte, infraestructura y hardware: Uno de los principales atractivos de los VDI es la capacidad de centralizar la infraestructura y las aplicaciones en la nube. Esto implica que el personal de soporte puede resolver problemas de forma remota sin necesidad de desplazarse físicamente a los lugares donde se encuentran los usuarios. Asimismo, al tener una infraestructura centralizada, se reduce la necesidad de hardware en los dispositivos de los empleados, lo que se traduce en un ahorro significativo en costes de mantenimiento y actualizaciones.
  • Alta escalabilidad y flexibilidad: La demanda empresarial puede ser volátil, con picos de trabajo o nuevas contrataciones que requieren una rápida respuesta. Los VDI permiten una escalabilidad flexible, ya que es relativamente sencillo agregar nuevos escritorios virtuales para atender las necesidades de nuevos empleados o proyectos, independientemente de su ubicación geográfica.
  • Mayor espacio de almacenamiento: Los dispositivos físicos tienen limitaciones en cuanto a su capacidad de almacenamiento. Sin embargo, con los escritorios virtuales en la nube, cada usuario tiene acceso a una mayor cantidad de espacio de almacenamiento para aplicaciones y archivos. Esto es especialmente valioso para aquellos que trabajan en dispositivos móviles con capacidad de almacenamiento limitada, como smartphones y tablets.
  • Incremento de la seguridad de la información: Al migrar los datos a la nube, los VDI mejoran significativamente la seguridad de la información. Si ocurre algún percance como un robo, una avería o un ciberataque dirigido al dispositivo físico, los datos permanecen seguros en la nube y respaldados por copias de seguridad. Esto garantiza que la información corporativa esté protegida y disponible en todo momento.
  • Aumento de la productividad y la flexibilidad para los empleados: Con los VDI, el espacio de trabajo se vuelve accesible desde cualquier ubicación y a través de diferentes dispositivos. Los empleados pueden acceder a su escritorio virtual desde casa, durante un viaje de negocios o desde cualquier lugar con conexión a Internet. Esto permite que el flujo de trabajo se mantenga constante y sin interrupciones, lo que aumenta la productividad y la satisfacción del personal.
  • Protección de la continuidad del negocio: En situaciones imprevistas, como desastres naturales, cortes de energía o cualquier otra contingencia que afecte la sede física de la empresa, los VDI ofrecen una garantía de continuidad del negocio. Dado que los datos y la infraestructura se encuentran en la nube, los empleados pueden seguir trabajando desde cualquier lugar con conexión a Internet, minimizando el impacto en las operaciones comerciales.

Las ventajas de VDI no deben difuminar los desafíos que supone implantar esta infraestructura para entornos de trabajo híbrido. Y es que la seguridad, el rendimiento, la supervisión y la propia gestión de esta infraestructura suponen retos en los que contar con la mejor solución posible puede ser el inicio de una trayectoria de éxito.

¿Cómo comenzamos?

Siempre por el principio. Y es que para tener una infraestructura de escritorios virtuales, lo primero es contar con un servidor central donde podamos gestionar todo.

Esta infraestructura VDI debe contar con el equilibrio perfecto entre rendimiento, facilidad de uso, escalabilidad, seguridad y eficiencia operativa. Unas características que ayudarán a mejorar  las actividades estratégicas y reducir la carga de trabajo de las operaciones.

Y aunque no es sencillo encontrar la tecnología que mejor se adapte a las necesidades de cada organización, existen alternativas en el mercado que vienen avaladas por la solvencia y liderazgo. Es el caso de los servidores HPE Proliant Gen 11. Una propuesta preparada para trabajar al máximo rendimiento para que el espacio de trabajo híbrido sea una realidad.

En este sentido, los servidores HPE ProLiant Gen11 con procesadores AMD EPYC de 4a generación ofrecen un nuevo nivel de eficiencia, rendimiento y seguridad y han sido especialmente diseñados para satisfacer las necesidades empresariales de gestión de cargas de trabajo VDI.

Pero ¿Qué más necesitamos?

Y es que implantar una servidor y comenzar a trabajar debe ser solo el principio del proceso. Como partners debemos garantizar una serie de elementos para que la organización pueda tener unos profesionales motivados y centrados en sus objetivos.

Estos son algunos de los requisitos para una VDI que cumpla con las expectativas:

  • Conectividad fiable en cualquier ubicación con funciones avanzadas de seguridad.
  • Gestión unificada de la infraestructura distribuida en cualquier dispositivo.
  • Herramientas adicionales de colaboración para que la plantilla sea aún más productiva y eficiente.
  • Adopción fluida y efectiva de las mejores prácticas de trabajo remoto con flujos integrados.
  • Política de seguridad coherente, cohesionada y con una filosofía de confianza cero.
  • Escalabilidad para adaptarse a diferentes escenarios.

Con todo ello, construiremos una estrategia integral para que el trabajo híbrido o el teletrabajo funcione y se convierta en el valor que toda organización quiere para sí y sus profesionales.

Artículo AnteriorSiguiente Artículo