El potencial de la Inteligencia Artificial (IA) es evidente. Más automatización en ciertos procesos, mejoras en la experiencia de cliente, nuevos mecanismos para afrontar problemas y un mundo que todavía no ha hecho más que comenzar. Y es que tan solo hemos visto la punta del iceberg de una tecnología que está llamada a revolucionar los negocios.
Los grandes números de esta tendencia hacen que parezca imparable. Si para 2023 se pronostica que el mercado global de IA supere los 105.000 millones de dólares, la cifra irá a más en los próximos años. Concretamente, a un ritmo del 36,2% de crecimiento interanual hasta llegar a los 407.000 millones de dólares para finales del 2027.
Sin embargo, detrás de estas grandes cifras hay una realidad. La de conseguir que la oleada de innovación se convierta en casos de uso reales y que supongan una ventaja competitiva para aquellas empresas que las implemente. Y es ahí donde está el quid de la cuestión.
El reto es conseguir que la oleada de innovación se convierta en casos de uso
De hecho, las empresas están dispuestas a invertir en IA. Muchas ya han comenzado a hacer sus pinitos y otras, esperan hacerlo en breve. Un estudio de AMD apunta a que el 50% de las compañías consultadas están preparadas para esa adopción, y el plazo marcado para completar esa integración será de unos 5 años. El 75% es aún más optimista y habla de la implementación de esta innovación en el próximo año.
Los líderes IT consultados hablan de los beneficios de la IA, mencionando especialmente la detección de amenazas (70%), la mejora de la eficiencia de su trabajo (68%) y el incremento de la productividad (67%).
Pese a que estos encuestados tienen claras las ventajas, muchos de ellos reconocen no estar familiarizados con la IA. El 52% asegura no haber experimentado con aplicaciones de procesamiento de lenguaje natural, el 47% alude a falta de conocimiento con sistemas de reconocimiento facial y el 36% menciona el software de automatización.
Aunque dentro del estudio no se tiene en cuenta líderes IT españoles, los resultados marcan una tendencia clara. Los responsables tecnológicos ya piensan en la IA como una herramienta clave para la mejora de los negocios, pero todavía no ven claro cómo implementarla o les faltan formación para ello. Y ahí hay una gran tarea para el canal TI.
El canal TI, ya en marcha
No solo los líderes TI se deben poner las pilas con la Inteligencia Artificial. Sus adalides tecnológicos también deben hacerlo y a mucha mayor velocidad para mantener la posición de referente en lo que a innovación y desarrollo se refiere.
Es por ello que ya hemos visto movimientos en el canal TI en este sentido. TD Synnex, por ejemplo, ha comenzado a implementar el programa Destination AI para ayudar a los partners a adaptarse a esta oleada de innovación. Como una evolución de la estrategia del mayorista enfocada en analítica, AI e IOT/Edge, busca dar más soporte a todos aquellos que quieran aprovechar la oleada.
Por supuesto, no es el único. El resto de mayoristas están abrazando soluciones con IA para dar respuesta al creciente interés que se está cuajando por parte de partners y clientes finales. Aunque todavía no hemos visto un movimiento tan claro como el dado por TD Synnex.
Los fabricantes, con referencias para el ecosistema de canal como Microsoft a la cabeza, llevan tiempo incluyendo en su mensaje la palabra IA. Y aunque todavía en muchos casos es más ruido que realidad, lo cierto es que el empuje está siendo unánime en el sector.
Aún así, no nos podemos olvidar que la IA representará el 2,4% de los ingresos TI de 2023. Un porcentaje minoritario que debe mostrarnos la verdadera realidad del negocio de los partners. Un canal que debe equilibrar fuerzas entre aquellos nichos que siguen siendo su fuerte y las novedades de valor que cada día tendrán más peso.
