Según un estudio del distribuidor online de electrónica y tecnología europeo reichelt elektronik, las empresas españolas muestran optimismo, resiliencia y una capacidad de adaptación elevada a los desafíos que afectan a sus cadenas de suministro.
El estudio profundiza en la respuesta de la industria a distintos retos, como las restricciones arancelarias, la escalada de costes y los conflictos internacionales, y señala que en el último año, el 94% de las empresas españolas ha sufrido el impacto de los cuellos de botella en la cadena de suministro. En ciertos casos, lo solucionan destinando parte de su presupuesto a la automatización.
Principales problemas para las empresas españolas
Un 22% reconoce incluso que ha tenido interrupciones graves en la cadena, aunque la media de paros en la producción en España está en la actualidad en 17 días, muy por debajo de otros países de la UE, como Países Bajos (28 días), Alemania (27 días), Italia (24 días) o Francia (21 días). Esto las sitúa en una posición mejor para competir en el mercado internacional.
Los paros no son la única preocupación de las empresas españolas. La dificultad para conseguir componentes también es un obstáculo importante. Así, un 32% de las empresas españolas ha tenido dificultades para aprovisionarse de ciertos componentes. Especialmente de piezas de repuesto para dispositivos (39%), semiconductores (33%) y piezas para herramientas y maquinaria que requieren un cambio (31%).
A pesar de todo, dos de cada tres empresas españolas confían en que la situación mejore en los próximos 12 meses. Son más optimistas que las ed otros países cercanos, como Italia (62%), Alemania (48%), Países Bajos (48%) y Francia (40%).
Los precios elevados también son un problema para las empresas españolas. Les está resultando más problemático afrontar la subida de precios de los componentes críticos (84%) que los cuellos de botella en la cadena de suministro para su fabricación (66%). A esto se une el aumento de corte de la energía, que el 70% de empresas afirma que les afecta. También la presión competitiva de proveedores más baratos (62%). Esto, para el 76% de las empresas, se ve agravado por el complicado contexto económico global, y para un 65% de ellas, también por el nacional.
Para afrontar esto, un 46% de las empresas ha optado por diversificar su cadena de suministro, y un 51% planea hacerlo en breve. También crece la apuesta por proveedores locales en un 50% de los casos, y por reforzar la ciberseguridad, en un 48%.
La automatización como parte de la solución
Un 40% de ellas ha destinado ya una parte de su presupuesto a la automatización, y un 48% tiene previsto hacerlo. Además, un 43% optimizó las soluciones de automatización que ya tenía. Las tres áreas en las que las empresas han centrado su apuesta por la automatización son la gestión de inventarios (59%), la tramitación de pedidos (59%) y el seguimiento de los envíos (44%).
A pesar de los avances en automatización, persisten obstáculos que frenan la implantación de una cadena de suministro inteligente, con presencia de automatización: la gran inversión inicial que supone la automatización (33%), la dependencia de proveedores (29%) o las preocupaciones en torno a la ciberseguridad (25%).
También los retos organizativos (24%), la poca claridad en el reparto de responsabilidades o las posibles críticas internas y las dificultades para integrar las herramientas de automatización de forma fluida en el sistema existente (23%).
Europa como refugio ante las tensiones geopolíticas
Los factores geopolíticos siguen impactando con fuerza en las perspectivas empresariales. La guerra en Ucrania y el conflicto comercial entre Estados Unidos y China son percibidos como las mayores amenazas (59% y 58%), seguidos de las tensiones entre la UE y China (57%) y el aumento de los aranceles estadounidenses (52%).
Por ello, muchas compañías refuerzan su presencia en Europa. En el último año, el 46% cerró nuevos acuerdos con empresas del norte, oeste y centro del continente, y un 38% planea hacerlo en los próximos 12 meses. También el sur y el este europeo han cobrado peso, con un 32% de empresas que han establecido nuevas relaciones comerciales en estas áreas recientemente y un 39% que tiene previsto hacerlo pronto. Las alianzas fuera de la región son más limitadas, ya que se sitúan entre el 10% de África y el 18% de Sudamérica o el sur, sureste y este asiático. Estados Unidos cuenta con un 17% de alianzas.
Las demandas al gobierno reflejan esa misma necesidad de cohesión europea.El 48% solicita un fortalecimiento del mercado único europeo mediante programas de estímulo económico, el 47% pide la desvinculación de la dependencia de componentes críticos mediante la expansión de las capacidades de producción en Europa yel 46% desea una reducción de la burocracia dentro de la UE para fortalecer el comercio interno.
Además, para garantizar la continuidad de su actividad empresarial, las empresas españolas reclaman más inversión para impulsar las pymes (49%), una burocracia más ágil (46%) y mayor apoyo a la investigación de nuevas tecnologías (44%). También un 40% apuesta por más inversión en infraestructuras digitales para alcanzar la soberanía tecnológica.
