La venta de teléfonos móviles es una mina de oro para Apple tanto por los millones de unidades vendidas como por los altos márgenes con los que trabajan los de Cupertino.
Un aspecto que hemos ido viendo en anteriores smartphones y que se repite con los iPhone 6, con unos costes de fabricación estimados de los modelos base de 227 y 242 dólares respectivamente para las variantes estándar y plus.
Las pantallas táctiles siguen siendo el componente más caro de los terminales representando el 20 por ciento del coste total, seguido por el nuevo motor SoC Apple A8, con diseño propio y arquitectura ARM.
Aunque faltan costes asociados de investigación y desarrollo, distribución, software y otros, el precio de venta base de los iPhone 6 (699 y 799 dólares) triplica el de producción de los terminales, lo que garantiza a Apple altísimos beneficios, seguramente los mayores de cualquier otro producto de la compañía.
Y ello con los modelos base con 16 Gbytes ya que las variantes con mayor capacidad de almacenamiento ofrecen aún mayores márgenes al aplicar Apple un precio de venta muy superior al de su coste. Y todavía más en los países europeos con el cambio de divisa a euros.
No es extraño que muchos analistas consideren a Apple «una compañía de móviles» ante la incidencia que las ventas de iPhones suponen para la cuenta de resultados de la compañía. 10 millones de iPhones 6 vendidos en el primer fin de semana del lanzamiento… con estos márgenes, ve haciendo cuentas.