Los sistemas de información y entretenimiento para automóviles inteligentes crecerán una tasa compuesta anual del 33,8 por ciento en los próximos cinco años, hasta 342 millones de sistemas, según informe de ABI Research.
Ya comentábamos en nuestro especial de automoción que la tecnología será un punto central del coche inteligente, aportando soluciones de comunicaciones, información, entretenimiento y control general de todo tipo de parámetros. También de las cámaras, sensores y radares que darán paso al coche autónomo, y a los sistemas de recarga de baterías eléctricas o pilas de combustible de hidrógeno, desarrollos que se harán fuertes en el sector apostando por el auto ecológico.
No sorprende, por tanto, que las grandes tecnológicas estén entrando con fuerza en un negocio de 50.000 millones de dólares donde el canal también tiene mucho que decir y que ganar.
Según ABI, el crecimiento de los sistemas de info-entretenimiento de los automóviles estará en gran parte impulsado por los propios consumidores, «obligando a los fabricantes de equipos originales y proveedores a entregar una experiencia digital integrada coherente y compatible con el resto de la electrónica de consumo del usuario final«.
Las regiones desarrolladas, que representaron más del 60% de los envíos en 2014, representarán sólo el 37,4% de los envíos en 2020, mostrando la popularización de este tipo de sistemas.
Se espera que un número significativo de vehículos dependan de la conectividad de los teléfonos inteligentes de usuario, especialmente en la gama baja. En la gama premium, sin embargo, los fabricantes incluirán todo un ecosistema embebido que necesitará componentes electrónicos de todo tipo, desde placas y procesadores, pantallas, chips de radio y de comunicaciones, sensores, radares y cámaras. Otro negocio por explorar para el canal tecnológico.