Microsoft ha presentado resultados trimestrales con pérdidas de 3.200 millones de dólares, tras asumir pérdidas de 7.600 millones de dólares en activos relacionados con la adquisición de la división de móviles de Nokia y 750 millones de dólares por cargos adicionales de la reestructuración de la división de dispositivos.
Los ingresos también han caído un 5,1 por ciento, por la operación fallida de Nokia, el descenso del mercado PC (caída de licencias Windows un 22 por ciento) y el fortalecimiento del dólar frente al resto de divisas.
No recordamos unos resultados trimestrales en Microsoft tan negativos en cifras aunque también hay datos positivos, como el gran crecimiento de ingresos por tablets Surface y del ecosistema Xbox Live.
Con todo, lo mejor del trimestre para Microsoft llega del Cloud, una tecnología que está destinada a dirigir el futuro de Microsoft. Los servicios relacionados con la nube aumentaron ingresos un 88 por ciento, con previsión de alcanzar este año 8.000 millones de dólares.
Microsoft tiene grandes ambiciones para sus servicios en nube que incluyen Office 365, Azure y Dynamics CRM Online y las previsiones para 2018 son espectaculares: 20.000 millones de dólares anuales.
Está claro que el futuro de Microsoft no pasa por «vender móviles» sino por el software, servicios y el negocio del Cloud.