4G LTE, la norma más extendida de la cuarta generación del estándar para comunicaciones inalámbricas sobre redes de banda ancha móviles, ha superado la barrera de los 1.000 millones de usuarios.
4G sucede a las tecnologías 2G y 3G y ofrece, entre otras mejoras, mayor seguridad y calidad de servicio (QoS), junto a velocidades de acceso muy superiores a las anteriores, superando 100 Mbit/s en movimiento y 1 Gbit/s en reposo. Está basada completamente en el protocolo IP, siendo un sistema de sistemas y una red de redes, que se alcanza gracias a la convergencia entre las redes de cables e inalámbricas.
Actualmente, hay 428 redes 4G LTE activas, operando en 155 países de todo el mundo. Un aumento notable desde junio de 2015 (393 redes en 138 países) cuando 4G-Reports realizó este tipo de estadísticas.
China, Estados Unidos y Japón representan casi dos terceras partes del total de suscriptores a esta norma LTE, que es la más extendida aunque no la única existente del 4G.
Sin embargo, el mercado está lejos de estar saturado y los operadores móviles deben seguir mejorando las tasas de penetración de los segmentos de usuarios pre pago. Ello es especialmente importante para las regiones América del Sur, Asia, India y África, sugiere el informe.
Y 5G está a la vuelta de la esquina
5G son las siglas utilizadas para definir la nueva generación de las redes de comunicaciones de banda ancha móvil. Sucesora del actual 4G, su principal avance será un espectacular aumento de rendimiento con velocidades teóricas de transferencia de datos en bajada de 10 Gbps frente a los 75 Mbps del actual 4G-LTE. Un rendimiento que pulverizaría el de las redes Wi-Fi y que incluso superaría a muchas redes cableadas actuales.
5G ha sido una de las tecnologías más destacadas del pasado MWC 2016 y se espera una disponibilidad comercial global prevista en 2020.