En plena era del cliente, plantearse los negocios tecnológicos como hace 10 años es encaminarse hacia una estrategia equivocada. Tan errónea como pretender seguir manteniendo una empresa sin servicios en la nube o una página web de contacto.
El cambio que ha sufrido la tecnología no tiene parangón. Fabricantes y toda la cadena de distribución ha tenido que acelerar la transición para adaptarse. Sin embargo, el proceso de adaptación no ha acabado y todavía quedan muchos relegados y/o reticentes.
En este cambio, nos apoyamos en una columna de opinión de Tim Harmon, analista de Forrester que ofrecer tres áreas de negocio que ya no se pueden obviar. En pleno 2016 dejar de pensar en los servicios, la digitalización o los verticales no tiene sentido para los partners. Te explicamos por qué:
Servicios
La tecnología ha llegado a un punto en el que la innovación sitúa a todos a un nivel más o menos similar. Es entonces cuando hay que buscar otros puntos de diferenciación como los servicios. Alternativas de negocio donde los márgenes se pueden disparar.
Los servicios son esa pata que marca la diferencia entre un distribución clásico y un proveedor de servicios en auge. Precisamente, son ese negocio intangible del que han nacido muchas nuevas figuras que han arrebatado el negocio a los más tradicionales.
Digitalización
Los avances tecnología han tomado un ritmo trepidante. Tanto que incluso en ciertas ocasiones es complicado poner al día a un equipo con una solución que en dos días está obsoleta. Sin embargo, ese es precisamente el trabajo del partner; estar al día y por delante del cliente.
Solo siendo ágil en materia de actualización y nuevas tendencias, será posible que la digitalización no nos coja con el pie cambiado. Una transformación que puede ser el punto de inflexión para dar más valor, si cabe.
Verticales
Prometedoras áreas de acción para muchos partners. Los mercados verticales son espacios de mucho trabajo pero que de plantearse correctamente, también puede ser sectores con mucha rentabilidad donde finalmente solo triunfa la especialización.
De ahí que enfocarse en ciertos segmentos que consideremos, puede ser una estrategia con la que dinamizar este pequeño nicho y encontrar un lugar de rentabilidad y de valor para clientes muy específicos.
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