Cualquier empresa que busque innovar recurrirá a la consultoría tecnológica. Un sector en el que nos encontramos compañías de todo tipo; clásicas que ya ofrecían estos servicios desde hace años, reconvertidas que han visto la oportunidad o nuevas con un enfoque especializado. En cualquier caso, todas ellas buscan un bien común: cambiar la cultura corporativa.
El negocio global de consultoría, donde se incluye estrategia, tecnología, operaciones, recursos humanos o gestión, alcanzó los 449.000 millones de dólares en 2015. Las cifras de Plunkett Research contrastan con los 125.200 millones de dólares establecidos por Gartner para los servicios de consultoría en 2014.
En cualquiera de los dos casos, hablamos de valores importantes que confirman la importancia de este terreno. Y no es para menos ya que no solo es rentable sino que se puede adaptar a cualquier nicho, empresa o vertical. Un factor clave para su crecimiento.
De los líderes a los especialistas
La consultoría tecnológica es el eje central de compañías como Accenture, Deloitte, EY, IBM o PwC. Marcadas por IDC como las líderes del sector en EMEA, son referentes de un ecosistema de compañías con un amplio abanico de servicios y especialidades que mostrar.
Negocios como el cloud o Big Data han descubierto a sus propios consultores tecnológicos que lejos de ser solo eso, se han convertido en proveedores de ofertas integrales que van desde la implantación, ejecución y mantenimiento. Ejemplos como Seidor para la parte de Microsoft o Compusof en soluciones de HPE pueden ser perfectos.
De hecho, la especialización ha hecho que la consultoría crezca en alternativas y ofertas. Aunque los grandes líderes pueden abordar todos los proyectos, los medianos y pequeños se han diferenciado en nichos donde son expertos y pueden aportar todo su conocimiento.
Y en realidad, ese es el verdadero valor de la consultoría tecnológica; poder aportar un granito de arena para conseguir que las empresas sean más productivas, eficientes e innovadoras. En definitiva, conseguir cambiar la cultura corporativa a través de la tecnología. ¿Lo has conseguido?