Pokémon GO, el juego de realidad aumentada, sigue causando furor en medio mundo como el fenómeno social del momento. Sin embargo, los resultados trimestrales de Nintendo muestran la cruda realidad: la compañía sigue en números rojos por la caída brutal de venta de consolas, especialmente Wii U.
Pokémon GO está sirviendo para relanzar a Nintendo a nivel mediático, abriendo la posibilidad de que el gigante de los videojuegos traslade sus grandes franquicias a las plataformas móviles como le pedían los analistas. También puede abrir camino en el campo del retail aprovechando la gigantesca plataforma social de geolocalización que está provocando el juego y de paso, mostrar las posibilidades de las tecnologías de realidad aumentada.
Falta por ver si el enorme tirón mediático se corresponde con ingresos reales. El juego es gratuito y no está claro que los usuarios están dispuestos a pagar en gran número por ampliaciones y accesorios. Además, la misma Nintendo rebajó las expectativas cuando recordó que su participación en Pokémon GO es limitada, más de concesión de licencias y que el juego realmente es de Niantic, el especialista en realidad aumentada. Ese día Nintendo perdió en bolsa una buena parte de su subida por el lanzamiento del juego.
Pokémon GO, solo, no es la solución de Nintendo
Los resultados financieros trimestrales confirman que la crisis de Nintendo no ha concluido, registrando una pérdida operacional de 49 millones de dólares. No es demasiado pero hasta hace poco años era una situación desconocida para el gigante de los videojuegos.
Los motivos siguen siempre los mismos. Una brutal caída de ventas de su consola Wii U del 53 por ciento interanual. La consola no es rival para PS4 y Xbox One y Nintendo intentará resolverlo con Nintendo NX pero al menos hasta marzo no llegará al mercado.
También caen las ventas de la portátil 3DS en una tendencia que no parece tener fin. El usuario parece apostar por el móvil inteligente, más versátil. En resumen, se rebajan las expectativas de Pokémon GO y Nintendo sigue teniendo problemas que solucionar en su negocio principal.