Pese a que todos los ojos están puestos en la realidad virtual, el máximo representante de Apple mira para otro lado. En una entrevista a ABC News, Tim Cook alaba las lindezas de la realidad aumentada por encima de la opción que están impulsando competidores directos como Samsung o HTC.
«Las dos -realidad aumentada y virtual- son realmente interesantes. Pero desde mi perspectiva la aumentada es la más grande de las dos, seguramente a largo plazo», unas declaraciones del CEO de Apple que evidencian no solo una opinión personal sino también la visión de una de las tecnológicas más importantes del mundo.
No es la primera vez que el directivo hace referencia a la realidad aumentada como un reto al que aproximarse. Una tecnología que en la que Tim Cook confía para próximas innovaciones o productos y en la que secretamente parece que trabaja un equipo de la casa de Cupertino. Pero ¿Hasta dónde ha llegado esta tendencia?
En el inicio de lo que está por llegar
El máximo éxito de la realidad aumentada se ha dado este verano. Pókemon Go y su gran revolución entre grandes y pequeños ha alzado esta tecnología que parecía que estaba en un segundo plano respecto a la realidad virtual. Sin embargo, todo apunta que no sea por mucho tiempo.
Algunos DHL han comenzado a introducir sistemas de realidad aumentada en sus almacenes para acelerar los procesos. Una mejora que solo representa un uso de esta tecnología en pro de industrias como la logística o el retail. Y es ahí donde pueden darse verdaderos focos de oportunidad.
En ambos mercados, que en ocasiones se analizan de forma conjunta, ya se invirtió el pasado año cerca de 700 millones de dólares. Una cifra que para 2020 llegará hasta los 120.000 millones de dólares con la que el sector espera estar preparado para la oleada que está por llegar. De confirmarse las previsiones de Cook, estaríamos en el inicio más impactante donde los consumidores se han embelesado con gafas de realidad virtual. A partir de ahí el futuro apunta a un tiempo más calmado donde aplicaciones y servicios se irán asentado en nichos como la educación.
Imagen | Andrew Burton, The Washington Post