La educación es uno de los grandes aliados de Google en materia de equipos. Un terreno que ha respondido bien a su propuesta de ordenador sencillo, cloud y asequible. De hecho, los Chromebooks y sus servicios añadidos como Google Classroom ya son utilizados en 20 millones de aulas, en su mayor parte, estadounidenses. Un buen caso de éxito de nicho.
El pasado año 10 millones de estudiantes contaban ya con un Chromebook. La cifra se ha duplicado en un año en un contexto complicado para el mercado PC pero que por otro lado, cuenta con verticales donde hace falta adaptarse a la transformación digital. Una combinación que ha sabido sacar partido Google en el entorno educativo.
De hecho, un informe alertaba el pasado año que la mitad de las aulas estadounidenses contaban con un ordenador de Google e incluso se apuntó que estos equipos habían superado a los Mac por primera vez. Cifras que confirman el éxito que ha conseguido el Chromebook como un dispositivo para digitalizar a alumnos y profesorado. Pero no es el único.
Equipos de mercados verticales
Hay ordenadores destinados a llegar al gran consumo y muchos otros a quedarse relegados a un público muy concreto. Y justo son estos últimos los que más jugo están sacando a esto de la especialización. Los Chromebook en educación son un ejemplo claro pero hay más.
Surface, como dispositivo para profesionales móviles y exigentes, es otro hito de una Microsoft, hasta entonces encasillada en el software, que apostó todas sus cartas en este hardware. Un partida que le salió bien y con la que ha conseguido ser la guía de muchos de sus aliados OEM.
En menos medida y con menos repercusión, otros están siguiendo la misma estrategia dentro de sus segmentos. Así podemos mirar hacia el gaming con Alienware de Dell, los españoles Mountain o los exclusivos Razer que han hecho de un segmento todo un negocio que sostiene una compañía o división.
Sin embargo, no son buenos momentos para el sector PC. Un mercado que no encuentra la manera de levantar ventas y donde los competidores plenamente asentados no dejan demasiado espacio a los nuevos. Aún así siempre hay una excepción que en su campo confirma la regla y en este caso es Google.