Samsung pide al canal que no vendan el Galaxy Note 7

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La crisis del Galaxy Note 7 no acaba. Samsung ha intentado solventar los problemas. Sin embargo, lejos de terminar con los incendios de los móviles, solo ha conseguido que las situaciones se sigan dando. Por ello, la surcoreana ha pedido a todos sus partners que dejen de vender el terminal y a los usuarios de cualquier versión del dispositivo que no lo utilicen. Además ha parado definitivamente la producción.

El que iba a ser el nuevo phablet buque insignia de Samsung está dando quebraderos de cabeza por doquier. Presentando en julio, el Galaxy Note 7 se comenzó a distribuir por fases y se esperaba en España para el 9 de septiembre. Sin embargo, nunca llegó.

Pese a sus buenas críticas iniciales, su alta demanda obligó a acelerar la producción. Ya fuera por esto u otros motivos, los terminales comenzaron a dar fallos de batería que acababan en incendios. Los casos, contados según el propio fabricante, pusieron a alerta a todo el mundo. La crisis estaba servida.

Por lo pronto, Samsung decidió retirar la primera remesa, asegurando que había sido un error en los controles de calidad. No obstante, después de esta primera retección, el Galaxy Note 7 ha seguido dando los mismos fallos lo que ha obligado a la compañía a pedir a canal que distribuirlos hasta que investiguen todo lo ocurrido. El primero en anunciar el cese de la venta fue la operadora americana AT&T. Posteriormente, la marca anunciaría la parada definitiva de la producción.

¿Y ahora?

Podemos decir sin miedo a equivocarnos que estamos ante una de los peores crisis del mercado móvil. El líder indiscutible del sector durante muchos años no solo ha tenido incidente con uno de sus terminales de referencia sino que también está metido en una crisis de reputación importante. Algunos analistas ya valoran los costes en 17.000 millones de dólares.

La crisis del Galaxy Note 7 le podría costar a Samsung 17.000 millones de dólares

Pese a que la venta todavía no se había desplegado en todo el mundo, con un mundo cada vez más globalizado ha sido difícil parar la sangría mediática. La repercusión ha llegado hasta tal nivel que incluso en los aviones obliga expresamente a apagar los Galaxy Note 7 como medida de precaución frente a la obligación de poner en modo avión el resto de terminales.

¿Y ahora qué? Está claro que es un momento complicado para Samsung. El fallo del Galaxy Note 7 se quedará seguramente en la memoria de aquellos que piensen comprar cualquier producto del surcoreano, lo que tendrá consecuencias para la marca a largo plazo, valorada miles de millones. ¿Tanto cómo desbancarle el primer puesto en el mercado de smartphones global? Todo dependerá de la estrategia de la corporación pero está claro que el incidente puede cambiar mucho las tornas.

Imagen | CNET

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Coordinadora editorial de MuyCanal. Danzando día a día entre partners, mayoristas y fabricantes para profundizar en el canal de distribución tecnológico.