En el proceso de venta on-line a estas alturas todos sabemos que la logística es un apartado fundamental. En todo ese ciclo es el mensajero, elegido por proveedor contratado por el comercio, la cara visible del cliente final. Una figura crucial que puede marcar una diferencia para bien y para mal.
Teniendo esto claro, hoy hemos querido ver la cara más amable de este trabajo en forma de anécdotas. Una labor llevada a cabo por miles de profesionales que seguramente, en muchos casos, se llevan experiencias ingratas. No obstante, nos hemos querido quedar con aquellas situaciones más divertidas tanto para clientes como repartidores:
Transporte telepático
Conversación telefónica de un mensajero con una clienta de Canarias: «Hola, su pedido está en Madrid pero quisiera saber si lo puedo entregar». Seguramente si llega a las Islas Canarias, podrá hacerlo.
Repartidor/Rey Mago
Los repartidores también se encuentran con curiosas notas como la de la fotografía. Clientes que confían en el «repartidor mago» para hacer la entrega en cualquier sitio.
El caos
En pleno colapso por el Black Friday, un mensajero responde a un cliente que pregunta por otro paquete dentro del mismo pedido que le está entregando: «Buf, pues con la que hay organizada en el almacén, bastante que te hemos traído este».
Mensajero para todo
Algunos clientes consideran que el mensajero puede servir para más que repartir pedidos. Ayudar a cambiar un mueble de sitio. Otro dan la vuelta a la situación y también se extralimitan en sus servicios sobrepasando la intimidad y privacidad de los receptores.
La venganza
Otros clientes prefieren aprovechar el pago de tasas de aduana a los mensajeros para soltar toda la calderilla que tienen por casa. Fue el caso de un usuario que dio 17,43 euros en 283 monedas.
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