Durante la última conferencia de resultados el gigante del chip hizo algunos comentarios interesantes para el canal con los que mostraba una confianza absoluta en sí mismo, pero la realidad es que Intel se prepara para hacer frente a un lanzamiento muy importante por parte de AMD, RYZEN.
El CEO de Intel, Brian Krzanich, comentó que los procesadores de serie «extrema» de 1.800 euros se han vendido mejor de lo que esperaban, que tienen productos preparados para contrarrestar el posible impacto de RYZEN en el canal y que no creen que esa nueva generación de AMD vaya a afectar al precio medio de los procesadores.
Como dijimos datos muy interesantes que nos llevan a pensar que vamos a vivir un cierto continuismo en el sector, pero cuando vemos los primeros listados con los posibles precios de RYZEN y el interés de Intel por destacar el buen rendimiento de su próxima gama de procesadores podemos intuir que no va a ser así.
La promesa de mejorar el rendimiento hasta en un 15% y de tener nuevos procesadores listos para la segunda mitad de año es un síntoma claro de que Intel nota la presión, y eso es beneficioso para el canal y para el consumidor, ya que toda competencia real implica movimientos de precios que pueden ayudar a impulsar las ventas.
Todavía es pronto para sacar conclusiones y no queremos precipitarnos, pero si volvemos a los precios que hemos visto listados y recordamos las pruebas de desempeño que ofreció la firma de Sunnyvale queda claro que RYZEN ofrecería casi el mismo rendimiento que un Core i7 6900K de Intel.
Dicho así no impresiona ya que hablamos de algo nuevo que se compara con un producto que lleva casi un año en el mercado, pero la clave está no sólo en que iguala su rendimiento, sino que además lo consigue reduciendo el precio de venta a menos de la mitad (500 dólares frente a 1.100 dólares).
Esa última comparativa nos permite entender de una manera directa y simple el potencial de RYZEN de AMD, y el papel tan importante que puede acabar jugando en el mercado de los microprocesadores.