Negro, plata y oro. Esos serán los colores en los que veremos salir de la fábrica el nuevo iPhone 8. Lo apuntan en MacRumors aludiendo al analista de KGI Securities, Ming-Chi Kuo. Así, se cierra la puerta a la opción blanca o rosa de ediciones anteriores del dispositivo móvil de Apple.
El nuevo iPhone 8 que llegará previsiblemente en septiembre no solo limitará sus colores sino que además será uno de los terminales más caros de la historia. Tanto que sus proveedores ya han confirmado lo que se venía escuchando en la industria: el terminal sobrepasará la barrera de los 1.000 dólares.
La pantalla OLED, una barra de sensores, innovaciones en la batería para su carga más rápida, la última tecnología en la cámara para detectar rostros e iris, un chipset Apple A11 y soporte para LTE-A son algunas de las novedades que incluirá el smartphone.
El rosa y los estereotipos
Es muy remarcable hablar del uso del rosa en tecnología para «acercarse» al público femenino. De hecho, no hay más que echar un vistazo al catálogo de cualquier fabricante para encontrarse con productos -desde portátiles o smartphones hasta accesorios móviles- dirigidos directamente a las mujeres acentuado con toques rosas, que en muchos casos aunque no en el iPhone, están en la gama media-baja.
Para los fabricantes tecnológicos, parece que el género femenino solo con ese color se siente cómodo al comprar productos tecnológicos. Ya que, como todos sabemos, las mujeres preferimos un móvil rosa a un dispositivo funcional con buen rendimiento y relación calidad-precio.
Aunque no sabemos las razones de Apple para la limitación de colores en el iPhone 8, seguramente tengan poco que ver con los estereotipos que estos marcan y mucho más con el mal resultado comercial de esta versión rosada. Sin embargo, preferimos pensar que en Cupertino alguien se ha dado cuenta de que estereotipar la tecnología tiene poco o ningún sentido.
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