Una compañía es mucho más que su nombre, su razón social y sus trabajadores. Una compañía se reconoce también por otros muchos valores y normas, a veces intangibles, que vienen a confirmar que sus mensajes de cara a la galería se practican también en su interior. Cuestiones que crean la cultura empresarial de una organización.
Si bien es cierto que cualquier empresa debería revisar su cultura empresarial, el hecho se vuelve mucho más importante en aquellas figuras del canal que han decidido apostar por las nuevas vertientes del negocio TI. Justo hablamos de aquellos que han conseguido que los servicios tecnológicos se hayan convertido en su core; los proveedores de servicios o, en su acrónimo en inglés, MSP.
Acercarse a un modelo de servicios es la intención de muchos partners. Muchos de los integradores, distribuidores o revendedores clásicos que en su tiempo se dedicaron a poner productos en clientes, ahora buscan vender en el mundo del valor o las soluciones. Sin embargo, ahora hace falta mucho más que una declaración de intenciones para ser una figura representativa.
Y es que contar con buenas credenciales o ser profesional en tu negocio puede que no sea suficiente en estos tiempos de competencia máxima. Es necesario aprovechar ciertos aspectos para que la percepción tanto interna como externa mejore de cara a tener un impacto real en los clientes y finalmente, en la sociedad que rodea a la organización. Un mundo donde conviven nuevas generaciones -cada vez más relevantes como compradores- con diferentes percepciones. Para ello os damos algunas claves.
Espacio de trabajo
Dejar atrás las viejas oficinas puede ser el primer paso para renovar nuestra cultura empresarial. Apuntar hacia nueva ubicaciones donde poder interactuar con otras empresas y/o clientes o equiparar los espacios pueden ser unas ideas iniciales.
Nuestros compañeros de MuyPymes nos daban algunas ideas de como debe ser este espacio de trabajo. Más apertura, más mesas de reuniones o espacios colaborativos y nuevos lugares para actividades de ocio y esparcimiento.
Por supuesto no nos podemos volver locos. Todos somos conscientes de que podemos tener ciertas limitaciones ya sean por presupuesto, cultura o personal. De ahí que sea importante valorar qué tenemos, qué queremos tener y cómo lo podemos conseguir. A veces es más importante invertir en unas sillas ergonómicas que en una mesa de ping-pong.
Flexibilidad
Aunque somos uno de los países de la Unión Europea con menos flexibilidad horaria, trabajar por romper esta cifra debería ser una máxima para cualquier MSP que se quiera adaptar a los nuevos tiempos. Lejos de estas empresas deben quedar la cultura del presencionismo, tan potenciadas años atrás.
Siendo uno de los requisitos mejor valorados por los trabajadores, apoyar medidas de flexibilidad horario junto con otras de conciliación laboral hará que nuestra plantilla trabaje más a gusto y por tanto, sea más productiva. Una forma más de abrirnos como empresa adaptándonos.
Talento TI
Atraer talento TI es uno de los objetivos prioritarios de muchas tecnológicas, en especial, los MSP. Para ello no solo es necesario hacer políticas de captación de nuevos trabajadores sino trabajar en una política de procesos ágiles y eficaces con nuevas herramientas de gestión y ayuda a la formación. Todo ello será muy bien valorado por estos nuevos perfiles.
En esta búsqueda de nuevos empleados no debemos olvidar ni menospreciar a los más jóvenes. Aquellos que tienen más ganas de entrar en el sector también son los que están moviéndose más para conseguir despertar nuevas perspectivas dentro de las organizaciones. Una manera efectiva de remover a aquellos que llevan más años en el sector pero que están más acomodados.
Más implicación social, más producción
Promover actividades ajenas al negocio no supone, como muchos pueden pensar, menos producción. Muy al contrario, estas acciones pueden implicar más compromiso por parte de los trabajadores, un impulso de habilidades desconocidas, más networking y una llegada a públicos diferentes con comunicaciones fuera de la tecnología.
Es por ello que, como MSP, implicarnos en el fomento de actividades sociales es una forma más de hacer cultura empresarial. Voluntariado con ONGs, actividades de construcción de equipo o el impulso de torneos o retos entre los trabajadores crean comunidad y hacen compañía.
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