El cumplimiento normativo o, en su anglicisimo, compliance, es un área del negocio que cada vez preocupa más a las empresas. La creciente regulación en todos los entornos está haciendo que la tecnología se muestre como una aliada para conseguir estar al día legal. Sin embargo, es un reto con asignaturas pendientes.
La ley de protección de datos personales, las certificaciones ISO o las próximas Ley Crea y Crece o Ley Antifraude son solo algunos ejemplos de leyes a las que se enfrentan las organizaciones.
Un terreno por el que cada vez hay más preocupación y concienciación. De hecho, casi 4 de cada 5 organizaciones están más preocupadas por cuestiones de cumplimiento ahora que hace cinco años, y esta carga recae principalmente en el departamento de IT en más de la mitad de las empresas (57%), confirma la «Encuesta sobre Cumplimiento IT».
El 69% de los encuestados afirme que el cumplimiento normativo tiene un impacto entre «moderado» y «extremo» en las operaciones de su departamento de IT, y que 1 de cada 8 empresas (13%) indique que no puede confirmar que cumpla con los controles exigidos.
El 37,5% de las organizaciones no cuenta con un responsable de cumplimiento normativo
Aún así, más de un tercio (37,5%) de las organizaciones no cuenta con un responsable de cumplimiento normativo, y 1 de cada 8 ha sido sancionada por incumplimiento. De ahí que los retos puestos encima de la mesa sean todavía muchos.
Solo una quinta parte de los encuestados afirma utilizar un sistema automatizado para el cumplimiento normativo, mientras que casi el 40% confía en procesos manuales que consumen mucho más tiempo. Incluso cuando se utilizan funciones de cumplimiento, hay problemas; más de la mitad (52%) dijo que la «falta de conocimientos internos» y el 44% la «complejidad» eran dos de los problemas más habituales, pudiendo ambos poner en peligro la protección eficaz de los datos y el cumplimiento de las leyes y reglamentos.
Más del 80% de los encuestados afirmaron que su organización obtendría un beneficio entre «moderado» y «extraordinario» con una nueva herramienta de gestión del cumplimiento más sencilla. Y es ahí donde el partner puede ofrece una solución tecnológica.
Tecnología, la aliada del cumplimiento normativo
Son muchas las áreas donde la tecnología puede ofrecer ventajas, y el cumplimiento normativo es una más.
Y es que las opciones de automatización que pueden aportar las soluciones tecnológica son ya un valor en sí mismas. De hecho, herramientas actualizadas de gestión empresarial, cloud o ciberseguridad pueden aportar un extra para proteger los datos, realizar regulaciones fiscales acordes a cada país o aplicar nuevas normativas.
Es ahí donde el partner tecnológico debe ser un adalid de la tecnología de valor. Un compañero de viaje que pueda introducir soluciones adaptadas a cada negocio, pero sobre todo, se convierta en un estratega del cumplimiento normativo, especialmente, en aquellas pymes que no cuenta con ese responsable.
