A raíz de la pandemia, las empresas comenzaron a implantar el trabajo híbrido casi como una norma obligada para seguir activos. Aunque más de 3 años después la situación es muy diferente, los desafíos y tecnologías que plantean estos nuevos modelos están muy presentes.
Convertir el reto del trabajo híbrido en una oportunidad para la mejora de las empresas y la retención del talento debe ser una máxima para cualquier organización. Un punto donde los partners TI son la pieza fundamental para encajar toda la estrategia.
Y es que el trabajo híbrido es ya una realidad cotidiana en muchos negocios y la opción preferida para muchos empleados. En otros, podría serlo, si tuvieran la tecnología adecuada. Y para ello, es esencial saber desde dónde partir y qué tecnologías son imprescindibles.
Dispositivos y periféricos: movilidad sin límites
El primer gran protagonista del trabajo híbrido es el equipo. Podemos hablar de una tablet, un portátil, un smartphones o algún híbrido entre estos, pero siempre debe haber un dispositivo donde basarse el negocio digital.
A este se le debe acoplar periféricos como monitores, teclados o ratones que potencien la productividad y ergonomía en entornos diferentes a una oficina tradicional.
Y es que dependiendo de la casuística del negocio, hablaremos de una u otra opción. No necesitara el mismo equipo un comercial que un artesano o un administrativo. Es ahí donde el partner debe valorar y entender las demandas para proponer el hardware adecuado.
Centro de datos: el corazón del negocio
Son muchos negocios los que optan por tener su propio servidor para almacenar sus datos. Una alternativa que puede mejorar el rendimiento, el control y la seguridad de los datos manejados dentro de la compañía.
Gracias a estas alternativas, cualquier negocio puede construir un pequeño centro de datos desde el que manejar su digitalización y contar con una experiencia operativa en la nube intuitiva, escalable y segura.
Ciberseguridad: un aeropuerto protegido
El trabajo híbrido cambia el modelo desde un clásico bastión donde el departamento TI lo tenía todo controlado a un aeropuerto, que cuenta con innumerables puertas de entrada o salida.
Aunque cualquier negocio debe extremar sus medidas de ciberseguridad y establecer un protocolo de actuación, en el caso del trabajo híbrido, el reto es aún mayor. Se multiplican los vectores de riesgo y las zonas que proteger por lo que es necesaria una seguridad aún más proactiva y bien definida.
Herramientas colaborativas: experiencia mejorada
Trabajar deslocalizados o de manera más adecuada para cada persona no debe ser sinónimo de desorganización. Y para ello, la colaboración es fundamental.
De hecho, el 84% de las organizaciones reconoce la importancia de las comunicaciones empresariales para el éxito de su compañía.
En este punto, los negocios deben contar con herramientas que les permitan mantenerse en contacto tanto de forma interna como externa y poder gestionar su día a día casi de la misma forma que si estuvieran todos en una oficina.
Todo conectado, todo gestionado
Con el trabajo híbrido la red se vuelve una base indispensable. Para conectarse en remoto, para acceder al servidor de la compañía o para trabajar con otros compañeros en informes colaborativos. Todo depende de una red propia o ajena.
Es por ello que tanto empresa como empleados deben contar con conexión a Internet adecuada que sirva como canal de comunicaciones y trabajo, y nunca de puerta de entrada para cibercriminales. Un punto donde la gestión y supervisión será clave para conseguirlo.
