La digitalización es una tendencia que va a más y con ella, el auge del centro de datos donde se ubica la información que se va gestando. Sin embargo, siendo el núcleo central de cualquier organización o servicios digital, lo cierto es que los data centers son todavía entornos desconocidos para muchos españoles.
Un estudio de DE-CIX alude precisamente a esa realidad. Si bien el 47,5% de los encuestados dice que sabe lo que es un centro de datos, el 30% no sabría explicarlo y el resto, no conoce su existencia. Así, podemos concluir que el 52% de los españoles no tiene muy claro qué es un data center o para qué sirve. Unos datos que nos hablan de una mejoría respecto a hace unos años, pero también revelan que queda un camino por recorrer:
«Hace una década era impensado hablar de centros de datos como lo estamos haciendo a día de hoy. Los datos viven en los centros de datos, pero también tienen que fluir entre las sedes de la empresa, los centros de datos externos, la nube, los socios comerciales e incluso los clientes», afirma Theresa Bobis, Directora Regional para el Sur de Europa de DE-CIX.
Aún si tener claro qué es un centro de datos, más del 40% de los españoles cree que la infraestructura de internet del país no está lo suficientemente digitalizada. De hecho, el 54,9% considera que necesitaría estar mejor construida para hacer frente al aumento de tráfico de datos. Asimismo, señalan que preferirían ver mejoras en la cobertura de red (56,6%) antes que WiFis seguras y de alta velocidad en espacios públicos (20,6%).
En esta línea, para el 45,1% de los españoles, los máximos responsables de que se lleven a cabo dichas mejoras son los proveedores de red, seguido por el gobierno (26,9%) y, por último, las empresas tecnológicas (15,3%).
El corazón del centro de datos, las empresas
Pese a que las organización son para el común de los mortales el último eslabón en la gestión y desarrollo de la infraestructura digital, realmente tienen un papel protagonista. Y es que sin ellas los centros de datos no tendrían sentido, ya que nutren estos espacios con sus herramientas, aplicaciones y servicios.
El uso de la infraestructura en los últimos años ha ido aumentado, así como lo ha hecho la adopción a la nube. Según cifras de Gartner, a principios de 2023 que el gasto mundial de la nube pública rondará los 600.000 millones de dólares, un 20% más de lo que se registró en 2022. Lo que ha hecho que las empresas necesitan cada vez más centros de datos en sus propias instalaciones.
Este tipo de centros de datos a pequeña escala pueden suponer un beneficios en materia accesibilidad, control de datos, independencia y copias de seguridad, entre otros. Esto puede ser clave para cierta información sensible que necesita ser gestionada con mucha cautela por parte de la organización.
Aunque el coste inicial pueda ser superior a contratar un servicio en línea, el retorno de la inversión en el corto y medio plazo compensa con creces, incluso aunque se pretenda escalar la infraestructura a medida que el negocio crece.
