La revolución de la Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito empresarial no ha hecho más que empezar. Y es que se espera que los presupuestos destinados a la Inteligencia Artificial se incrementarán en un 23% en 2025, avalando así esta tecnología que viene a revolucionar a las empresas.
Las oportunidades que ofrece esta tecnología son prácticamente infinitas, automatización de procesos, análisis de datos, hiperpersonalización, respuestas automáticas para resolver dudas a los clientes, optimización de recursos y costes o mejora en la toma de decisiones son solo algunas de las ventajas de la IA aplicadas en empresas.
Pero como explicaba Juan Carlos Martínez Chief Data & AI Officer Iberia de AON en el CAIO Day existen ciertos riesgos y retos que hay que tener en cuenta en este contexto de uso de IA. En primer lugar, el hecho de automatizar tareas provocará una reestructuración en el entorno laboral, por lo que será necesario educar a los trabajadores para poder reinventarse. Además, se provocará una brecha entre las personas capaces de utilizar esta tecnología y las que no, por lo que será necesario prestar una gran atención a los posibles problemas socioeconómicos derivados de este hecho.
La necesidad del Chief Artificial Intelligence Officer
La figura de estos responsables se verá multiplicada en los próximos años en las compañías de nuestro país, ya que el futuro empresarial está acompañado de grandes retos en los que la IA tiene una gran importancia.
Algunas de los desafíos a los que enfrentarán son la reducción del impacto ambiental mediante sistemas de IA más sostenibles, la transparencia a la hora de usar estas herramientas o lograr maximizar los beneficios de la colaboración entre el ser humano y la Inteligencia Artificial.
Justo Hidalgo, CAIO de la Asociación Española de la Economía Digital explicó en el evento que este rol está obteniendo un gran protagonismo tanto en grandes como en pequeñas empresas. La principal misión de estos directivos es combinar las oportunidades de la tecnología con la estrategia empresarial.
Y es que utilizar la IA se va a convertir en un imperativo, pero también usarla de una forma ética, transparente y coherente con los principios empresariales. Unos objetivos donde el CAIO junto a sus partners de referencia serán fundamentales para conseguirlo.