Aunque sin una fecha concreta, pero sí más pronto que tarde, la ley Crea y Crece promoverá el uso de factura electrónica como única vía de facturación entre empresas y autónomos. Una normativa que busca impulsar la digitalización del tejido empresarial, entre otros objetivos. Sin embargo, ¿lo está haciendo?
Se espera que el año que viene comience a establecerse los periodos de adaptación de la Ley Crea y Crece, la directamente ligada a la factura electrónica. La normativa, impulsada por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, busca agilizar ciertos trámites empresariales y fomentar su financiación. Entre estos campos, la factura electrónica se convertirá en un documento obligatorio para todas las empresas y autónomos.
Colateramente y aunque con objetivos diferentes, la ley Antifraude, promovida por el Ministerio de Hacienda, plantea que todas las empresas deberán utilizar un sistema homologado para sus facturaciones. Si bien no habla directamente de factura electrónica, si lo hace de una forma indirecta. En este caso, su periodo de implantación empezará en julio de 2025. Sus retos son combatir la evasión fiscal y promover la transparencia en las operaciones financieras y contables.
Con estas normativas claramente el caldo de cultivo en España para el fomento de la factura electrónica y los sistemas de facturación electrónica está ahí. Sin embargo, las empresas y autónomos están en otro momento totalmente diferente.
El común de las empresas todavía está lejos de estar preparada para la factura electrónica. Ni las grandes ni muchos menos las medianas o pequeñas han asumido que un Word, un Excel o una escrito debe dejar ser el sistema de facturación que utilicen.
Los estudios corroboran esta realidad. Sólo un 16% de las compañías afirma cumplir todos los requisitos de la Ley Crea y Crece y la más cercana, Ley Antifraude. Y entre aquellas empresas que aún no se han adaptado completamente, el 83% planea hacerlo en un plazo máximo de 12 meses. Un tiempo manifiestamente corto para proveedores, asesorías o despachos profesionales que aseguran que no podrán atender la demanda que se generará.
Además, en el caso de las asesorías y despachos, referencia fundamental para la mayoría de pequeñas empresas y autónomos, no parece que vayan mucho más avanzadas. Según barómetros como el de Wolters Kluwer, el 70% desconoce los cambios que traerán estas normativas. Tan solo un 30% conoce la existencia de estas regulaciones, lo cual no quiere decir que estén preparadas ni implicadas en el cambio con sus clientes.
La gran oportunidad está aquí
Cierto es, que pese a estos malos datos en el conocimiento de empresas e intermediarios, parece que la factura electrónica si que avanza. El volumen de facturas electrónicas en entornos B2B en España alcanzó las 557.803.001 facturas electrónicas intercambiadas en 2024, un 21% de crecimiento respecto al año anterior.
Los datos demuestran que sí hay empresas que están cambiando sus procesos de facturación, especialmente en Madrid y Cataluña donde que abanderan el número de facturas electrónica emitidas.
Por sectores también hay diferencias. Mientras retail, industria y sanidad están más avanzados en lo que a facturas electrónicas se refiere. También se ve una mayor implicación en el sector tecnológico, ya que supone no solo es una necesidad sino también una oportunidad.
Aún así, en España hay más de 3,2 millones de empresas de las cuales casi 3 millones entran dentro del concepto pyme en todas sus vertientes. A estas hay que sumar más de 3,2 millones de autónomos, lo que nos da un tejido empresarial con más de 6,4 millones de figuras diferentes.
Si hacemos un cálculo muy conservador de lo que a facturas se emiten, podríamos establecer que cada organización emite unas 500 facturas al año, esto es, más de 3.200 millones de facturas. Una cifra que nos llevaría a que tan solo el 15% de estos documentos se crean en modo factura electrónica. Aunque es tan solo un estimado, ya que no existen cifras oficiales al respecto, sí que nos aproxima a la realidad en España.
En una estimación conservadora se calcula que el 15% de las facturas son e-facturas
Así, tanto proveedores, partners TI, consultoras o despachos profesionales tienen abierta una gran oportunidad de informar y asesoras a gran parte de las empresas sobre estas normativas. Una ventana desde la que se puede divisar la cuenta atrás, muy clara en la ley Antifraude y un poco más lejana, pero real en la ley Crea y Crece.
Además de la obligatoriedad que impondrán de una forma u otra estas normativas, la factura electrónica es una palanca estratégica para optimizar procesos, reducir costes y dotar de mayor control y visibilidad a la gestión financiera de las empresas.
Para profundizar sobre todos estos temas, hemos preparado eFactura Fórum III. Una jornada que MuyPymes y MuyCanal organiza el próximo 7 de mayo de 2025, de 9:30 a 14:00 horas, en The Cube / MIOTI (Madrid). ¡Te esperamos!
