Las hipótesis sobre las ventas de Samsung en el segundo trimestre del año han comenzado. En Reuters hablan precisamente de la supuesta cima a la que ha podido llegar el gigante coreano en el mercado smartphone. Sus continuos récords con la gama Galaxy prevén que en algún momento se llegue a la cúspide del éxito.
En este sentido, Jung Sang-jin, director de Dongbu Asset Management y accionista de Samsung considera que:
«¿Está la historia de los smartphones de Samsung en su límite? Todavía no. Su crecimiento se está desacelerando por las ventas menos espectaculares del S4. Pero todavía creo que tiene muchas cosas impresionante en sus manos. El problema es que no se sabe si esos productos podrán seguir impresionando a inversores y consumidores».
Prueba de este malestar popular con Samsung está en sus propias acciones. Los números en bolsa de la marca han caído en los últimos meses hasta un valor que en el mercado se calcula que sería unos 34.200 millones de dólares. Unas bajadas comparables a las que han tenido otros fabricantes como Sony o LG.
Y el problema no es baladí. El 70% de los beneficios operativos de Samsung vienen de parte del negocio móvil. Un asunto que comenzará a preocupar más si cabe si realmente los smartphones dejan de venderse, seguramente más por la desaceleración de consumo que por la despopularización de los modelos coreanos.
También hay que tener en cuenta que Samsung ha invertido más en marketing que en I+D. Tampoco hay que olvidar la apuesta por estar en todas las tiendas y canales posibles con el objetivo final de llegar al consumidor final. Cuestiones que no dejan de requerir una inversión que podrá traducir en beneficios a medio plazo.
Su salida: la diversificación
La dependencia móvil de Samsung es demasiado fuerte. Si deja de vender móviles Samsung como ha estado haciendo hasta ahora, sus números financieros corren peligro. Por ello, la solución más lógico y evidente para los expertos es la diversificación de su negocio.
Samsung lo sabe y poco a poco va entrando en más áreas como actor clave. Un claro ejemplo está en los componentes. El gigante lleva un tiempo proveyendo a otras compañías, incluso rivales como Apple que eran socios hasta hace poco. Una unidad que parece que seguirá en auge con la tendencia alcista de la movilidad.
Aún así todavía es necesario más esfuerzo para dejar de ser móvil-dependiente. El mundo de las cámaras, televisores, impresoras y portátiles también están ahí con productos de la marca. Sin embargo, el declive de estos sectores no atisban aliados.