Staples pagará 6.300 millones de dólares para adquirir Office Depot y crear un gigante especializado en la venta minorista de material de oficina, mobiliario, servicios, informática y tecnología.
Las compañías aprobaron la fusión tras la presión de algunos grandes inversores aunque Staples terminó cayendo en bolsa ante los que consideraron un precio demasiado alto, con prima del 44 por ciento de las acciones de Office Depot.
Algunos analistas consideran que no había otro camino para cerrar una operación necesaria en «un entorno competitivo en rápida evolución» y que permitirá a la cadena resultante expandirse con nuevas categorías de productos.
La unión facilitará unas sinergias de al menos 1.000 millones de dólares y unos fabulosos ingresos anuales de 35.000 millones de dólares.
La compra debe ser aprobada por el regulador FTC. Y podría poner dificultades por las preocupaciones antimonopolio ante la unión de los dos primeros minoristas de su sector, después que Office Depot comprara la tercera en discordia, Office Max.
De hecho, en 1997, la FTC tumbó las pretensiones de Staples de comprar Office Depot. Hoy puede ser distinto con otros gigantes como Wal-Mart y todo lo que viene del comercio electrónico con Amazon a la cabeza.
