El próximo 9 de septiembre hay una nueva cita con Apple. El gigante de Cupertino prepara nuevos lanzamientos y todo el mundo tiene la vista puesta en el próximo iPhone. Un modelo para el que los partners del fabricante se están preparando con un incremento de la producción.
En una exclusiva a Reuters, Mitsuru Homma, CEO de Japan Display comenta que desde su «mayor cliente» le están reclamando más y más. Un incremento de los pedidos y la demanda que coincide y confirma la salida comercial de Apple, que se prepara como nunca antes lo había hecho.
Aunque el proveedor de pantallas no ha dado demasiados detalles, el portavoz ha confirmado que la pantalla del nuevo iPhone traerá «una nueva tecnología que ha costado implementar pero que funcionará bien». Algunos apuntan a que habla de Force Touch, ya integrada en productos de otras marcas.
Un partner menos rentable
Es evidente que ser proveedor de Apple te asegura tener trabajo. Sin embargo, detrás de esta alta demanda en muchas ocasiones se esconden margenes muy ajustados que hacen menos rentable el negocio. Así lo explica la analista Mika Nishimura, de Credit Suisse:
«Aunque tener una fuerte relación con Apple es positivo, con las altas exigencias que reclaman creemos que la rentabilidad para Japan Display debe ser más baja que con otros productos».
Una realidad fácil de imaginar más aún cuando se ven los márgenes de beneficio propio con los que trabaja Apple. Por poner un ejemplo, fabricar su iPhone 6 cuesta alrededor de 227 dólares en su versión estándar. En las tiendas se puede encontrar a partir de 699 euros.
Viendo que la nueva hornada de smartphones de la casa será una de las más altas de toda su historia, no es de extrañar que sus exigencias y condiciones hayan sido más duras aún. Una situación perfecta para que el gigante siga teniendo números de récord.