La tecnología profesional que llega desde el consumo

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Aunque las empresas deberían intentar anticiparse a los consumidores. Lo cierto es que cada vez les resulta más complicado. Tanto es así que muchas tendencias tecnológicas se instauran en políticas corporativas después de democratizarse en consumo. Un cambio de paradigma que comenzó hace mucho tiempo.

Cuando nacieron los ordenadores o los teléfonos móviles, pocos eran los consumidores que podían acceder a esos productos. La tecnología profesional era el primer nivel de acceso. Hace mucho que las tornas han cambiado y cada vez vemos más ejemplos que lo corroboran.

El iPhone quizás fue uno de los primeros ejemplos de esta transición desde el consumo hacia la tecnología profesional. El smartphone fue creado con la colaboración de AT&T con el objetivo de llegar a la gran masa de consumidores de la operadora. Un hecho que evidenciaba su intención de ir al consumo.

Nueve generaciones después con sus respectivos modelos vemos que el iPhone se ha integrado perfectamente en el consumo y en las empresas. De hecho, Apple hace mucho tiempo que destronó a BlackBerry como rey tecnológico y posicionarse en un lugar preferente.

Ejemplos hay muchos más y no solo de dispositivos. Aplicaciones como WhatsApp, Facebook o Dropbox han pasado de ser un producto de consumo a utilizarse de forma profesional para comunicarse entre trabajadores o con clientes.

El paso de consumo a profesional

Cuando un usuario lleva mucho tiempo utilizando un Samsung Galaxy S6, por ejemplo, en su día a día personal, es complicado que no haya traspasado la barrera y no haya involucrado el dispositivo en su compañía. Ya sea introduciendo un gestor para email corporativo o utilizando el WhatsApp para hablar con sus compañeros, la empresa está en su terminal.

La realidad ya es un presente que constataban las tecnológicas. Carl Bass, CEO y presidente de Autodesk decía en 2012:

«Lo que estamos haciendo en nuestra vida personal está conformando las expectativas de lo que queremos en nuestra vida profesional».

De hecho, los usuarios pasan más rápido del consumo a lo profesional de lo que lo hacen las propias empresas. Y es ahí donde puede estar el problema que puede materializarse en agujeros de seguridad o gestión poco productiva.

Encontrar una solución que pueda combinar los dos mundos es el mayor reto tanto para las empresas como para sus partners. Entender que la democratización tecnológica ha llegado más rápido al consumo y aprovechar ese conocimiento para llevarlo a las empresas de una forma eficaz, productiva y segura.

Personalización, la clave

En todo este entramado tecnológico vemos que ya es difícil dividir entre consumo y profesional. Muchas familias rozan uno y otro campo sin poder discernir claramente donde se posicionan. Pero ¿Qué hace diferente la tecnología profesional? ¿Cómo dividimos ambos mundos? Quizás la respuesta está en la personalización.

Lo mismo que Google o Facebook analizan a sus usuarios para ofrecer anuncios contextualizados, la tecnología profesional puede ayudarse de esta analítica. Conocer en profundidad a las empresas para dar los productos, servicios o soluciones personalizados que realmente necesitan y están adaptados.

La idea no es nueva. De hecho, es una tendencia generalizada en la tecnología profesional. Dar opciones cada vez más personalizadas dentro de opciones personales para que cada compañía encuentre su hueco en la oferta del fabricante, partner o proveedor.

Imagen | Shutterstock

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Coordinadora editorial de MuyCanal. Danzando día a día entre partners, mayoristas y fabricantes para profundizar en el canal de distribución tecnológico.