El verdadero negocio de Apple es su base de clientes. Usuarios que entran a formar parte de la comunidad de la marca con la compra de un iPhone o iPad pero que acaban subiendo su música a Apple Music o sus archivos a iCloud. Y de ahí a ser suscriptores de nuevos servicios o compradores de nuevos productos hay un paso.
Precisamente es lo que ha llevado a Apple Music a tener 6,5 millones de suscriptores de pago y unos 8,5 millones más que han probado la versión gratuita de tres meses. Unos usuarios que, como mínimo, han dado a la compañía de Cupertino 57 millones de euros. De seguir así estaríamos hablando de unos 687 millones de euros anuales.
Apple Music podría ingresar 687 millones de euros anuales
Aunque es cierto que otros servicios similares como Spotify sobrepasaron el pasado año los 1.000 millones de euros y cuenta con 75 millones de usuarios, Apple Music no va por mal camino. Tres meses largos desde su lanzamiento y ya ha reclutado una cantidad que ya hubiera querido en su momento la corporación sueca.
El éxito de la base de clientes
Apple tiene claro que los clientes son un gran potencial. Unos consumidores a los que va «encerrando» en el círculo vicioso con servicios que pretende cubrir todas las necesidades. Una cobertura que le ayuda a seguir ingresando por diferentes vías diversificando así su negocio.
Todavía Apple es una empresa de móviles. Su mayor motor es la venta de iPhone; hasta finales de año se esperan 80 millones de iPhone 6s. Unos compradores que también se hacen con servicios como Apple Music que se crean a su alrededor. Muchos pequeños pocos que hacen un buen dato para la cuenta de resultados.
Esta estrategia le ha llevado a ser la empresa la marca más valorada del mundo y la que más móviles vende con menos portfolio y con más clientes fieles de todos los fabricantes de smartphones. Por encima, solo Samsung con un catálogo infinitamente superior y una fidelidad también más baja.
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