Los vaticinios que apuntaban a un desplome de GoPro se han cumplido. La presentación de resultados ha confirmado una caída del 30% de sus ingresos. Con ellos se asoma una nueva época para la compañía en la que ya ha comenzado a tomar medidas como la reducción de portfolio.
GoPro lleva tiempo mostrando su debilidad. En los últimos 12 meses, sus acciones se han desplomado un 80% mientras que su valor ha caído un 40,5%. Desde que salió a Bolsa en 2014, sus acciones han perdido el 70% del valor.
Malos tiempos para la referencia en cámaras de acción que no ha sabido aguantar el negocio. Aún así en el cuarto trimestre ingresó 436 millones de dólares; 2015 cerró con 1.600 millones de dólares. Para este año las previsiones oficiales bajan a entre 1.350 y 1.500 millones de dólares en ventas.
El peligro de un solo producto
La estrategia de GoPro se conoce como «one trick pony». Una clase de empresa que se decanta por explotar al máximo un producto y apostar toda su viabilidad por este artículo. El objetivo es ofrecer la máxima calidad sin diversificar su negocio hacia otras fuentes de negocio.
GoPro apostó por una fórmula arriesgada que le ha ido muy bien durante unos años. De hecho, desde su fundación en 2002 hasta su salida a Bolsa en 2014 todo han sido éxitos comerciales gracias a un nicho en continuo interés por parte de los consumidores.
Sin embargo, apostar a una carta tiene sus riesgos. Si el producto en cuestión deja de ser exitoso, la empresa se desequilibra automáticamente. Justo lo que le ha pasado a GoPro que no ha ido más allá de sus cámaras de acción y accesorios.
Pero no todo está perdido para la corporación americana. GoPro ha decidido reducir su nuevo portfolio como parte de la estrategia para evitar más caídas de ventas. Desde abril solo le comercializarán tres líneas: Hero 4 Black, Hero 4 Silver y Hero 4 Session además de Hero 5 que ya está en desarrollo. El resto de opciones más económicas dejarán de venderse. ¿Es esta la solución correcta a sus problemas? El tiempo nos lo dirá.