Los smartphones y nuevos dispositivos electrónicos con cierto calado utilizan la estrategia de la pre-reserva. Un camino por el que abren en el plazo de venta antes de tener inventario de tal forma que los potenciales compradores pueden hacerse con el producto los primeros. Pero no siempre es tan sencillo.
Las pre-reservas son el primer acercamiento al mercado. Pese al interés que pueda suscitar, nunca se sabe realmente qué funcionará o qué no una vez puesto a la venta. De ahí que este primer contacto sea esencial para calibrar esa curiosidad y convertirla en ventas.
Los conocidos como early adopters, o dicho de otra manera, los primeros usuarios en adaptarse a una tendencia son los más entusiastas pero también los más sencillos de defraudar ante errores de gestión. Veamos un ejemplo.
Los fallos que se convierten en problemas
Oficialmente, hoy, 5 de abril, sale a la venta las gafas HTC Vive. Un wearable, que pese a su elevado precio, consiguió pre-reservar 15.000 unidades en 10 minutos. Sin embargo, algunos de estos previsores consumidores no podrán disfrutar de este dispositivo desde hoy mismo como seguramente están deseando.
Según apuntan desde PCR, las pre-reservas han sufrido errores que se han traducido en cancelaciones. Todo ello debido a un fallo en el proceso relacionado con las instituciones de financiación. El error hará que los pedidos se retrasen, incluso, en aquellos que contactaron con el fabricante antes de la fecha de salida notificando los problemas. Esto es lo que comentaban:
«Han pasado cuatro días desde que me puse en contacto con HTC por email, me contestaron que se pondrían en contacto conmigo pronto. No creo que cuatro días sea pronto».
Aunque no deja de ser un fallo anecdótico que se resolverá en breve, defraudar a estos primeros entusiastas no es la mejor forma de acercar un producto al mercado.
Para evitarlo es esencial la planificación. Contar con una estrategia planteada para todo el proceso y añadir recursos extras durante los días previos y posteriores a la entrega, ayudará a eliminar estos asuntos que pueden pasar factura.
