El buen momento que comenzó en el segundo trimestre de 2016 continúa. Gartner predice que los ingresos en semiconductores llegarán este año a 364.100 millones de dólares en 2017. Una cifra que supone un 7,2% más que el pasado año cuando el segmento creció un 1,5%, pese a que se esperaba un retroceso.
El incremento en los vaticinios de la consultora se han dado gracias al segmento de memorias. Los buenos augurios de fabricantes y proveedores en este terreno le hacen aumentar los pronósticos en 14.100 millones de dólares más.
Internet de las cosas será uno de los principales propulsores de los semiconductores. Los aplicaciones de diferente índole que necesita el mundo cada vez más conectado hace que los chips y memorias se conviertan en un aspecto clave. Fundamental será en sectores como la automoción, industria y almacenamiento que crecerán rápidamente.
La venta de semiconductores es clave para muchos fabricantes. Samsung, Intel, Qualcomm o SK Hynix son responsables de la mayor parte del mercado. Un nicho donde algunos no tienen tan claro el futuro. Toshiba, por ejemplo, planea escindir su división dedicada a Western Digital. Una acción que de cumplirse le ayudaría a la japonesa a recuperarse de unos años desastrosos.