El gigante de la manzana mordida ha relanzado el iPhone 6 en China, un país que se ha convertido en el gran objetivo de los principales fabricantes de smartphones y no es extraño, ya que se mantiene como uno de los mercados más importantes y con más potencial del mundo.
¿Para qué querría Apple relanzar un terminal de 2014 en pleno 2017, y en un mercado tan competitivo como el chino? Muy sencillo, la firma de Cupertino tiene una gran popularidad en el gigante asiático, pero sus precios son prohibitivos para el grueso de consumidores del país, que prefiere optar por terminales más económicos de otras marcas como Xiaomi o Meizu, o incluso por clones de los propios iPhone.
Al detalle del coste debemos unir que el iPhone 6 sólo llegó en versiones de 16 GB, 64 GB y 128 GB, una gama que presenta un agujero claro en la franja que va de los 16 GB a los 64 GB, y es ahí donde Apple ha movido ficha para atraer a más consumidores y mejorar cuota de mercado.
Tenemos claro que ese iPhone 6 de 32 GB tiene sentido, ¿pero por qué precisamente un iPhone 6? Porque es el modelo más popular en China, incluso por encima del iPhone SE, y también porque al ser un modelo con tres años de antigüedad presenta un coste de producción más bajo y genera más beneficios.
Nos llama también mucho la atención que este nuevo modelo sólo se haya comercializado en dorado, pero de nuevo tiene una explicación muy simple. El dorado es un color asociado al lujo y a la buena fortuna que gusta mucho en China, así que es una apuesta segura.