El CEO de Amazon, Jeff Bezos, ha enviado un documento a la NASA y a la administración Trump, donde describe el interés de la compañía para establecer acuerdos comerciales que permitan la entrega de mercancías en un futuro asentamiento espacial en la Luna.
Desde la reducción de presupuesto en la agencia NASA, la exploración espacial ha entrado en una nueva era donde la inversión privada es clave para su desarrollo, destacando empresas comerciales como Space X del millonario, Elon Musk, y la misma Blue Origin del no menos multimillonario fundador de Amazon.
Si la semana pasada SpaceX anunció que enviaría dos turistas a la Luna en 2018, un artículo de The Washington Post avanza un memorandum de Jeff Bezos donde plantea los planes del ejecutivo en el satélite:
«Es hora de que Estados Unidos vuelva a la Luna, esta vez para quedarse… Un asentamiento lunar habitado de forma permanente es un objetivo difícil y digno. Tengo la sensación que una gran cantidad de personas están entusiasmadas con ello»
Bezos insta a la NASA a hacer «incentivos al sector privado para crear un servicio comercial de transporte de carga lunar«. El jefe de Amazon está dispuesto a «arriesgar su propio dinero» junto al de la agencia para conseguirlo.
Para ello, Jeff Bezos ofrece su compañía aeroespacial Blue Origin y el nuevo cohete New Glenn, un supercohete orbital que el fundador de Amazon pretende poner en órbita en 2020. «Nuestra experiencia de hidrógeno líquido y aterrizaje vertical ofrecen el camino más rápido a una misión de aterrizaje lunar», asegura Bezos.
El premio es gordo: conseguir el primer acuerdo comercial de traslado de carga a un asentamiento en el espacio, más allá del que tiene su rival, SpaceX, para suministros a la Estación Espacial. Aun queda mucho tiempo para ver un «Amazon Prime espacial» pero es otra señal de que nos dirigimos hacia una carrera espacial entre compañías privadas y cambios de todo tipo en los sistemas logísticos.
