Que la seguridad cada vez es más importante para las empresas y particulares es un hecho. De ahí que 2017 generará un negocio en este nicho de 81.700 millones de dólares. Un volumen que crecerá un 8,2% desde el balance de 2016, según los últimos datos de IDC.
La consultora espera que el sector de la seguridad siga aumentando números durante los próximos tres años. Para 2020 las cifras podrían ascender hasta los 105.000 millones de dólares -unos 26.400 millones se gestarán en Europa Occidental– aglutinando un 38% de los ingresos en los servicios que gestionen la protección de compañías y particulares. En volumen hablamos de 31.200 millones de dólares dedicados a los servicios gestionados de seguridad.
Tanto las amenazas conocidas como las desconocidas son un reto para fabricantes, proveedores y clientes. Un desafío para todo tipo de organizaciones y verticales que necesitan no solo transformarse digitalmente sino también ser proactivas para proteger las innovaciones de las nuevas fórmulas de negocio. En este sentido, tendrán que enfrentarse a asuntos concretos como el GDRP o el ransomware.
Servicios gestionados de seguridad, 31.200 millones de dólares
Aún así, el sector financiero, industrial y administración serán aquellos que propulsen la inversión. La suma de estos tres verticales supondrán el 30% de la inversión total en seguridad.
La seguridad de red que aglutina software y hardware será el área específica más rentable. 15.200 millones de dólares provendrán de esta categoría con el 18,4% del mercado. Mientras, el Endpoint ingresará 10.200 millones de dólares o dicho de otra forma, el 13,1% de cuota. Los servicios gestionados supondrán el 17,2%, la integración el 11,5% y la consultoría el 8,9%.
Por tipología de empresas, las grandes recogerán dos tercios de la inversión en seguridad. Estas alcanzarán un gasto de 50.000 millones de dólares para 2019. El resto del negocio llegará de las pymes, siempre con menos recursos y maduración.