Las ventas de Nintendo Switch han caído en los meses siguientes al lanzamiento, consecuencia lógica de la falta de stock que persigue a la consola de juegos desde su llegada al mercado.
El canal sabe bien que la producción y distribución son aspectos vitales para la marcha de un producto. Por bueno que sea un artículo, una mala planificación que provoque niveles de inventario caóticos puede resultar en una pérdida de ventas que quizá en el futuro sea irrecuperable si los usuarios se pasan a la competencia cansados de esperar a que esté disponible.
Es lo que está pasando con la Nintendo Switch. Desde su lanzamiento ha llegado al mercado con cuentagotas y en algunas regiones simplemente es imposible de encontrar, en una falta de inventario que algunos analistas explican por el retraso de terceros en el suministro de componentes clave de la consola y en el aumento de precios de otros como memorias y determinados tipos de condensadores.
De ahí que no extrañe las noticias de caída de ventas. En el mercado japonés se vendieron 500.000 unidades en el primer mes de lanzamiento. El mes de abril se cerró con la mitad de unidades vendidas y en mayo y junio volvieron a caer hasta 129.000 unidades. Las ventas han vuelto a recuperarse en el mes de julio (294.000 unidades) a medida que se aumenta el inventario, pero los problemas continúan.
En Estados Unidos más de lo mismo. Las grandes cadenas como Gamestop no disponen de inventario suficiente y las partidas se van agotando a medida que entran. En mercados como Reino Unido tardan hasta 15 días en servirla y en España es -casi- misión imposible obtenerla.
Nintendo ha prometido aumento de la producción «para que todos los que quieran comprar una Nintendo Switch puedan hacerlo». Esperamos que no sea tarde y la falta de stock esté poniendo en riesgo la recuperación de Nintendo, las previsiones de ventas y quizá, pérdidas irrecuperables si los jugones apuestan por otras plataformas como PlayStation y Xbox.