La compañía de Elon Musk tiene pensado ampliar su red de estaciones de recarga, un plan básico para facilitar las cosas a los propietarios de coches Tesla y elevar el atractivo de aquellos de cara a nuevos clientes.
El plan es simple, para vender un coche eléctrico no basta con hablar de sus ventajas; del ahorro que supone, de los beneficios para el medio ambiente y ofrecerlo a un precio de venta razonable, también hay que disponer de una red de estaciones de recarga que sea lo bastante amplia como para que el comprador entienda que puede llevar una vida normal utilizando dicho coche.
Con esto en mente podemos entender perfectamente que Tesla quiera seguir ampliando su red de estaciones de recarga, pero hoy hemos descubierto que además tienen un plan muy interesante entre manos y es que podrían acompañarlas de tiendas básicas dedicadas a la venta de comestibles que podrían integrar además pequeños servicios de restaurante y cafetería.
La idea es muy similar a la que ya conocemos de las gasolineras tradicionales, aunque en este caso tendría también matices que colocarían a esas tiendas en una posición muy cercana a las áreas de descanso.
El objetivo de estas tiendas sería «amenizar» la espera a los clientes que se detengan a recargar sus Tesla, un proceso que puede llevar entre 20 y 30 minutos.
Sin duda es un proyecto interesante y acertado, ya que además de hacer que esa espera sea más llevadera también podría ayudar a Tesla a incrementar la rentabilidad de sus estaciones de recarga.