Hace una década el Open Source era un término relegado a un nicho muy poco explorado de la industria tecnológica. Hoy, hasta Microsoft, estandarte del software propietario, ha declarado su amor por los códigos abiertos donde se alojan tecnologías de Google, Red Hat, Oracle o IBM. Pero ¿dónde realmente es fuerte el software de código abierto?
Añadir tecnologías Open Source en nuestro proyectos nos pueden ayudar de diferentes maneras. Puede suponer una mayor elasticidad y escalabilidad pero, sobre todo, puede aportar una mayor capacidad de adaptación, un concepto cada vez más reclamado por las empresas. Veamos en qué nichos además tiene un mayor potencial:
Gestión de código fuente
La comunidad Open Source es una gran aliada de la administración del código fuente. Gracias a esta gran familia poder comprender, cambiar, mejorar o securizar las plataformas basadas en código abierto es más sencillo.
Es cierto que la complejidad del proyecto determinará también los problemas que puedan surgir por el camino pero la posibilidad de contar con una comunidad de expertos ayudará a que sea un aspecto menos complicado.
Estándares abiertos
El código no es lo único que hace especial al Open Source. La capacidad de contar con estándares ayuda a que los partners puedan tener la confianza de que sus tecnologías serán compatibles con plataformas de terceros. Una ventaja frente a sistemas antiguos con los cuales suponía una verdadero reto realizar cualquier cambio.
Software as a Service
Explotar el software como servicio basándose en Open Source es una oportunidad más. Muchas de las plataformas SaaS se basan en esta tecnología para convertirse en una alternativa frente a otras soluciones tradicionales. Ejemplos los encontramos en WordPress o SugarCRM. Opciones que pueden ser perfectas para determinados clientes. Y es ahí donde los partners pueden seguir rentabilizando este filosofía tecnológica.