Cómo el coche conectado se nutre de los partners TI

El coche conectado quiere ser ya una realidad como parte de la revolución en la Industria 4.0. Todos los fabricantes dedicados a la automoción trabajan en ello sin descanso -aunque no todos están al mismo nivel- buscando la forma de ofrecer más en sus vehículos. Una situación que ha llevado a la gran mayoría a firmar acuerdos con proveedores y partners TI que han elevado el concepto de la colaboración al máximo nivel.

Para 2022 se espera que la mitad de los vehículos que circulen estén conectados. Una masa que necesitará mejores redes para conectarse, más sistemas de navegación y seguridad, y nuevas opciones de entretenimiento y aplicaciones empresariales. Según los cálculos de Research and Markets, este ecosistema generará un negocio de más de 43.000 millones de dólares para 2023.

La mitad de los vehículos estarán conectados en 2022

Quizás por ello, la automoción ya se ha convertido en un sector de interés creciente junto a otros relacionados como el IoT. Un nicho donde se han creado simbiosis interesantes entre los fabricantes de vehículos y partners TI de todo tipo; desde grandes gigantes de la tecnologías hasta pequeñas startups con modelos diferenciados. Todo ello nos acerca a un estado de la colaboración como arma para posicionarse en el futuro.

Colaboraciones de todos los sabores

Las asociaciones entorno al coche conectado son cada día más comunes. Es raro el día, y más aún en estos días de Mobile World Congress, en el que no encontremos un anuncio de una referencia en automoción con un nuevo avance en materia de conectividad, entretenimiento o seguridad. Una innovación que, en muchos casos, se basa en una alianza con una tecnológica.

Acuerdos entre fabricantes y tecnológicas hay muchos. Todo los fabricantes de coches cuentan con una lista de aliados que se extiende y extiende. Por ejemplo, Ford ha anunciado acuerdos con Waze para ofrecer información de navegación y tráfico, con Acast para escuchar audio bajo demanda o Cisco WebEx para mantener reuniones de trabajo. Por su parte, Seat se ha aliado con Shazam para incorporar el servicio en su sistema de abordo. El fabricante también trabaja con otros grandes como Orange, Amazon o Google en materia de conectividad en el vehículo. Y estos son solo dos ejemplos de una lista infinita.

Seat cuenta con partners TI como Orange o Amazon; Ford, con Cisco o Waze

El terreno es tan jugoso que nadie se lo quiere perder. De ahí que AMD trabaje con Tesla en materia de inteligencia artificial aplicada al coche, Intel trabaje en procesadores para los coches del futuro o Microsoft provea de tecnología a los coches de Toyota. Nuevos ejemplos de un registro que crece sin parar y donde incluso se espera la eterna llegada de Apple.

El terreno es tan jugoso pero a la vez está tan lleno de desafíos que las grandes no siempre tienen la tecnología para aproximarse al mercado. Las startups especializadas vienen a solucionar ese problema. De ahí que la adquisición de estas compañías haya crecido de forma vertiginosa en los últimos tiempos con volúmenes de inversión cada vez más elevados. Prueba de ello fue la compra de Mobileye por 15.000 millones de dólares.

La relación no solo se basa en alianzas. La influencia entre automoción y tecnología va mucho más allá. Volkswagen, por ejemplo, ha desvelado que los diseños de Apple guiarán la forma de los próximos modelos de coches eléctricos. Un hecho histórico.

Muchos campos que abonar

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Imagen | Danilo Cestonato

La automoción presenta un campo de cultivo donde hay muchos espacios donde sembrar y abonar. Desde la propia tecnología implícita en la mecánica de los vehículos hasta el diseño de los sistemas de navegación o seguridad del mismo. Un abanico de posibilidades que necesita la tecnología como apoyo base. Una simbiosis perfecta para hacer negocio.

Así lo están viendo todos los grandes que tienen claro la rentabilidad. Todo se han autoinvitado a la fiesta de la automoción donde el desarrollo de las redes con el 5G, la implantación de estándares con organismos como Car Connectivity Consortium o la integración de aplicaciones que protejan, entretengan o faciliten la vida dentro de un vehículo son desafíos sobre la mesa. Metas que todavía no están del bien resueltas en muchos casos con fallos de tecnologías o ausencia de interoperabilidad.

Así, se presenta un negocio más lejano que cercano. En el horizonte se perfilan conceptos cercanos como el coche conectado y otros más lejanos como el vehículo autónomo -donde trabajan referencias como Intel, Tesla o Google-. Realidades que llenan el nicho de retos por doquier donde lo vital es saber desde qué perspectiva afrontarlos y cómo aprovechar la oportunidad.

Imagen principal | Alessio Lin

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Coordinadora editorial de MuyCanal. Danzando día a día entre partners, mayoristas y fabricantes para profundizar en el canal de distribución tecnológico.