Windows Defender, la solución de seguridad integrada en los sistemas operativos de Microsoft, está ganando cuota rápidamente en el mercado empresarial de acuerdo con los datos ofrecidos por Brad Anderson, vicepresidente corporativo del Enterprise Mobility + Security de la compañía.
Según las cifras de Microsoft, Windows Defender estaría instalado en el 18% de los dispositivos con Windows 7 y Windows 8, mientras que en el caso de Windows 10 este dato se elevaría a más del 50% de equipos que usarían esta solución integrada en el mercado empresarial.
Microsoft lo atribuye a la mejora de la solución en las últimas versiones de Windows 10. Windows Defender es una variante avanzada de la aplicación Microsoft Security Essentials de Windows 7. Fue estrenada en Windows 8 y ha sido bien mejorada ampliamente en capacidad y características en las últimas versiones del sistema.
Más que un antivirus, se trata de un centro de seguridad integrado desde donde se pueden realizar las tareas propias del antivirus interno (o activar el de terceros que tengamos instalado), pero también otras, como la revisión de las actualizaciones instaladas desde Windows Update o los controladores, además de información sobre las conexiones de red, la configuración del Firewall de Windows activo o un acceso a la herramienta de solución de problemas.
También mejorado el servicio de protección contra amenazas avanzada de Microsoft, Windows Defender ATP, un servicio de seguridad que emplea la tecnología integrada en Windows 10 y el servicio en nube, permitiendo a los clientes empresariales detectar, investigar y responder a amenazas avanzadas en sus redes.
Además de la mejora de la protección contra malware que han señalado los últimos test de especialistas como AV-Comparatives y AV-TEST, Microsoft señala ventajas frente a soluciones de terceros como la interfaz de usuario, la agilidad para los departamentos de TI y un precio más económico.
Windows Defender: ¿Hay negocio para terceros proveedores?
Hasta ahora, Microsoft calificaba este Windows Defender como «primera línea de protección” o protección básica, pero las mejoras de la solución y el propio marketing de la compañía parece que apuntan a otros objetivos. Potecialmente, ello puede reducir el mercado de los proveedores de antivirus y soluciones de seguridad.
Tanto para el mercado empresarial como el de consumo, ya que Windows 10 puede ser suficiente para la mayor parte de usuarios, teniendo en cuenta otras características de seguridad incluidas en el sistema como Windows Hello y Passport, la autenticación y soporte FIDO, el almacenamiento de las credenciales de usuarios en un “contenedor” seguro, Device Guard, el firewall y otras funciones de seguridad integradas.
El reducido consumo de recursos, la facilidad de uso, su completa gratuidad y la integración en el sistema operativo que algunos proveedores externos consideran como una competencia desleal, son ventajas difíciles de combatir y pueden reducir ventas de soluciones de seguridad al menos en el mercado de consumo.