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Retailers de alimentación y gigantes tecnológicos, un binomio con futuro

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Después de que Carrefour Francia anunciara esta semana el acuerdo al que ha llegado con Google para impulsar su comercio electrónico, el panorama de los retailers del mundo de la alimentación constata un cambio sin precedentes en este escenario.

Según las cifras que maneja Euromonitor, las ventas de comestibles en el retail a nivel mundial ascienden a 5.900 millones dólares. Solo las ventas en alimentos y bebidas representaron un 1,5% en 2017, pero están creciendo rápidamente en algunos mercados clave y, especialmente, en aquellos países en los que el retail está adoptando rápidamente el comercio electrónico.

Y las previsiones son muy optimistas ya que se espera que el mercado de alimentación online de China prácticamente se triplique hasta el año 2022, mientras que, al contrario de lo que pudiera parecer, Estados Unidos se está quedando más rezagado. Aun así, el retail de alimentación doblará su negocio en los próximos cuatro años.

Pero en esta evolución que están experimentando los retailers de alimentación, está quedando patente la necesaria ayuda a la hora de reabastecer automáticamente los productos en las tiendas, en la suscripción de compradores, en temas de aprovechamiento de la inteligencia artificial, y del uso de las tecnologías de voz y asistentes digitales.

Esto es lo que está impulsando que asistamos a alianzas que hasta hace poco parecían poco probables, como Google y Carrefour. Así lo apunta el analista de UBS, Saniel Ekstein.

Esto está uniendo a compañeros de cama que antes parecían imposibles. Google se ha posicionado como un aliado en la carrera armamentísticas tecnológica, por lo que estas alianzas parecen una solución pragmática para desarrollar habilidades y escalar.

Las necesarias habilidades tecnológicas

De acuerdo con las previsiones de Planet Retail, en 2022, el gigante chino de Internet, Alibaba, habrá superado a Walmart como el mayor retailer del mundo. Amazon ocupará el tercer lugar, JD.com el cuarto y Carrefour en el quinto. Las razones de este relevo de las tecnológicas frente a las tradicionales en el mundo del retail de alimentación hay que buscarlas en el uso que hacen unas y otras de la información que tienen de sus clientes.

La capacidad de conectarse con los clientes y aprovechar las posibilidades de la minería de datos caracterizará las capacidades del futuro del retail

Si bien los retailers tradicionales tienen gran cantidad de información sobre los hábitos de compra de sus clientes, no son capaces de extraer todo el valor de esos datos como las firmas tecnológicas, que hacen uso de esta información para ofrecer ofertas personalizadas a sus clientes y mejorar los servicios que les ofrecen. Es precisamente esta capacidad de conectarse con los clientes y aprovechar las posibilidades de la minería de datos lo que caracterizará las capacidades del futuro del retail.

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Es por ello que uno de los errores en los que no deben caer los retailers es pensar que pueden hacer este salto ellos solos. En este sentido, es clave que entiendan la importancia de las alianzas con expertos tecnológicos para establecer almacenes automáticos, por ejemplo. Y es que la logística es fundamental en este segmento. Almacenar y entregar alimentos en tiempos cada vez más cortos, especialmente frescos y congelados, sigue siendo un reto para muchos retailers, lo que otorga una ventaja a los retailers tradicionales sobre los online.

La alimentación vira al mundo tecnológico

Todo apunta a que, en los próximos meses, seguiremos asistiendo a nuevas alianzas para ganar liderazgo en el mercado de la venta de comestibles online. Si bien Alibaba y JD.com quieren centrarse en China y el sudeste asiático, tienen también ambiciones globales y podríamos ver nueva alianzas con grandes retailers para calar en mercados como el norteamericano y el europeo. Por su parte, Amazon también prevé lanzar su servicio Fresh a más mercados.

Además, también asistiremos a nuevos avances para hacer las entregas cada vez más ágiles y rápidas. Los márgenes de los supermercados ya son escasos y se espera que el comercio electrónico los erosione aún más debido a los altos costes de la entrega y la necesidad de invertir en tecnología y logística. McKinsey estima que el gasto adicional de vender alimentos online asciende a entre 4 y 7 euros por transacción, en gran parte debido a los costes de envío.

Éste será otro obstáculo que sortear y que, sin duda, llevará a ver nuevos movimientos que rediseñen el panorama retail.

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Periodista especializada en tecnología e innovación con más de dos décadas de experiencia cubriendo la información del canal TI