Las sanciones por incumplimiento de GDPR empezarán a finales de año

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Llevamos meses con la regulación europea de protección de datos (GDPR) sin que pase nada de lo que se vaticinaba. Sin embargo, la situación comenzará a cambiar a finales de año cuando, según declaraciones del supervisor de protección de datos de la UE, Giovanni Butarelli, empezarán las sanciones por incumplimiento.

El 25 de mayo de 2018 entró en vigencia oficial esta ley a nivel europeo. Conocida por su acrónimo en inglés GDPR o en castellano RPGD, la normativa llevaba ya dos años en periodo de adaptación pero no fue hasta esa fecha cuando se imponía su cumplimiento. Será ahora cuando las investigaciones ya en marcha concluyan y empiece la acción. Lo señala el portavoz europeo:

Esperamos que las primeras multas en algunos casos sucedan a finales de año. No tendrán que ser necesariamente multas sino decisiones de amonestar e imponer prohibiciones preliminares y temporales en forma de ultimátum«.

El directivo aboga más por la educación en las empresas en materia de protección de datos y ve estas multas como «como un elemento de forzamiento». Unas penas, que dependiendo los casos, pueden llegar a suponer hasta el 4% de la facturación de una empresa y pueden afectar a cualquier organización que trabaje con datos europeos, independientemente de que su sede se ubique en un país miembro o no.

Y es que pese al tiempo que lleva en marcha el GDPR y el tiempo de adaptación, el cambio no ha sido tan rápido. Algunos informes advierten que el 85% de las compañías no se han adaptado. A unos meses de la entrada oficial solo el 10% de las compañías españolas estaban listas. Y no es de extrañar si tenemos en cuenta que, según nos  nos alertaba recientemente Elena Montañes, de Context: «en su entrada en vigor, solo el 50% de los distribuidores estaba preparado«. Aún así el movimiento informativo entre fabricantes y mayoristas entorno a la normativa fue muy activo en los últimos meses.

Los días anteriores y posteriores a este 25 de mayo fueron precisamente los más movidos. Muchas empresas en España, y en el resto de Europa, esperaron al último momento para tomar alguna medida. No en vano la avalancha de alertas en correos electrónicos fueron prueba de ello. Iniciativas que, en muchos casos, eran bastante deficientes.

Una lanza por la privacidad

El GDPR es uno de los pasos más decisivos de la Unión Europea entorno a la privacidad de los usuarios. Sin embargo, no será el único. El responsable comentaba durante la entrevista que su objetivo es continuar protegiendo a los cibernautas:

La ciberprivacidad es simplemente indispensable. Es esencial y una pieza maestra de la privacidad y protección».

Unas palabras que resuenan con más fuerza en estos días en los que hemos visto grandes tecnológicas como Facebook acusadas de utilizar información personal para manejar elecciones. Un momento en el que el discurso de la privacidad está más en boga viendo como corporaciones como Google, Amazon, Instagram o WhatsApp ( estos dos últimos de Facebook) adquieren más fuerza y por extensión, más datos.

Y es que existe una delgada línea entre la privacidad de un usuario y el uso de los servicios en Internet. Y es que cada día estamos más habituados a dar datos para que aplicaciones de terceros gestionen nuestras tareas más cotidianas pero ¿hasta qué punto lo están haciendo? ¿dónde están los límites? Es ahí donde queda mucho camino por andar. Y el sendero no es precisamente fácil.

Imagen | Reuters

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Coordinadora editorial de MuyCanal. Danzando día a día entre partners, mayoristas y fabricantes para profundizar en el canal de distribución tecnológico.