Hace unos años al acercarse a una tienda de informática para comprar un ordenador, podíamos elegir entre un catálogo restringido. Hoy la variedad está servida con un portfolio tan variado que es complicado saber cuál es la opción adecuada. Sobremesa, portátil, 2 en 1 o tablet son, en líneas generales, las opciones. Pero ¿cómo compiten entre ellas? ¿cuál es la adecuada para nuestros clientes?
En el entorno de consumo, las caídas en el sector PC son ya una constante. En la parte profesional es la que realmente hace que las bajadas no sean tan exageradas. Sin embargo, si nos atenemos a modelos, vemos que son los portátiles los que mejor comportamiento tienen en una y otra área.
Sin embargo, dentro del mundo portátil podemos optar por diferentes alternativas: Chromebook, Macbook, portátiles con Windows, portátiles desmontables a caballo entre un ordenador y una tablet, y directamente tablets. Combinaciones a las que sumar el variopinto ecosistema de fabricantes. Un terreno donde perderse es lo más frecuente para un consumidor medio.
Educar y personalizar
La línea cada vez más difuminada entre portátil, 2 en 1 o tablet hace que sea complicado distinguirlos. Ante un cliente poco experto en tecnología, seleccionar la alternativa equivocada dejándose llevar por la publicidad, las recomendaciones de familiares o simplemente, una primera impresión puede ser sencillo.
Desde Kantar, por ejemplo, hablan de las percepciones de los consumidores frente a un Chromebook: «Para muchos, está entre un portátil y un tablet. Es un dispositivo que se plantean si quieren comprar una tablet, pero no si buscan un portátil porque lo ven más pequeño que otros», apunta Dominic Sunnebo, director global de Worldpanel ComTech para la firma. Apreciaciones que se alejan de la realidad, pero determinan la decisión de compra.
Y es que el asesoramiento en la adquisición de un dispositivo es un factor decisivo. Lo revela el experto al comentar:
Ante una ausencia de conocimiento sobre un producto, las recomendaciones en tienda y los análisis de los expertos se convierten en una herramienta de influencia clara».
Buscar el propósito de la compra, ya sea a través del personal especializado o sistemas interactivos, es una obligación para hacer una buena venta. Educar al consumidor con una premisas transparentes a la hora de comprar un dispositivo es la primera pauta.
Es necesario entender la casuística de cada cliente para darle una recomendación adaptada. En este sentido, tendremos que enfocarnos en los portátiles si el cliente busca productividad y movilidad, en los sobremesa si se quiere decantar por un equipo de altas prestaciones para gaming o diseño, o en equipos más versátiles como los Chromebooks o tablets si la idea es ofrecer entretenimiento a niños.
Una vez más conocer al cliente, personalizar el equipo en base a sus necesidades y educarle para sacar el máximo partido son clave para incentivar la fidelización. ¿Estás en ello?
Imagen | Joshua Oluwagbemiga
