Hace mucho tiempo que Amazon empezó a dar los primeros pasos para «independizarse» de los proveedores logísticos y contar con un sistema de entrega de pedidos propio. El despliegue de almacenes, la potenciación de nuevas fórmulas de envío o la creación de una flota de aviones son algunas de las pruebas de esta estrategia de autogestión. Sin embargo, ahora el gigante ha ido más allá declarando la guerra abierta a FedEx.
La compañía de mensajería FedEx ha revelado que Amazon ha prohibido a los vendedores terceros de su plataforma utilizar sus servicios para enviar pedidos a los clientes Prime. La noticia, dada por el Wall Street Journal, llega en el momento más activo del año con la campaña navideña y, por el momento, no tiene fecha de caducidad.
Amazon considera que FedEx se está aprovechando de su volumen de venta para generar un negocio que ellos mismos también puede ofrecer. Una base con la que ha decidido atajar el problema de raíz con una prohibición que es solo la punta del iceberg de la situación.
Más allá de una prohibición
Aunque está puede ser la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de FedEx, no es el único paso que ha dado Amazon en contra de los operadores logísticos. Los de Jeff Bezos llevan tiempo implementando medidas para ser autosuficientes en sus operaciones logísticas.
Controlar la logística y evitar depender al máximo de terceros es un deseo cada día más cercano para la corporación. El gran número de envíos a gestionar diariamente se compensa con la aceleración en el despliegue de infraestructura. Amazon cuenta con más de 175 centros logísticos en todo el mundo de los cuales casi una docena están en España.
Amazon ha invertido 13.700 millones de euros en herramientas para los vendedores
No es de extrañar que esta dirección estratégica haya tensado las relaciones con operadores como FedEX o UPS. Un distanciamiento cada vez más acusado donde son los operadores ven cómo van perdiendo terreno en el negocio de los envíos de pedidos on-line del gigante en favor de unos ingresos que van a parar a las arcas de Amazon.
Y es contar con el control de la logística supone para Amazon tener todo el proceso de venta en sus manos para exprimir los servicios que ofrece a los vendedores terceros, aquellos que generan el 58% de las ventas de su plataforma on-line. No en vano el gigante ha invertido 13.700 millones de euros en herramientas y servicios -entre los que se encuentra la logística- para atraer a esta base rentable de cliente-vendedores.
Por qué FedEx es uno de los máximos rivales, se preguntarán algunos. La respuesta es evidente: la compañía de mensajería es una de las líderes en logística de Estados Unidos con una cobertura internacional que abarca más de 200 países. La corporación mueve más de 4 millones de paquetes al día gracias a los 650 aviones y más de 49.000 vehículos desplegados. Al grupo pertenecen otras marcas como TNT.