El teletrabajo ha llegado para quedarse. Ya sea a tiempo parcial o completo, contar con un espacio en casa dedicado exclusivamente al trabajo es ya algo necesario.Y ese reto implica no solo contar con el espacio sino también con la tecnología adecuada para que el trabajo sea lo más productivo, ergonómico y flexible posible.
Muchas empresas se plantean remodelar los espacios para el teletrabajo de sus empleados ya que supone una inversión en rendimiento, productividad y salud. Un entorno donde cobra especial importancia el monitor como un elemento fundamental para conseguir la máxima eficiencia. Pero ¿qué tipo de monitor deben comprar para que teletrabajar sea lo más eficaz posible?
Según un estudio de Forrester para Dell Technologies sobre la relevancia de los monitores en el trabajo híbrido, un monitor es uno de los dispositivos clave a la hora de conseguir que el trabajo híbrido. El estudio apunta que para trabajar desde casa y conseguir más productividad se necesita un monitor grande, e incluso en algunos casos, trabajar con más de un monitor.
Así, el 56% de los profesionales que trabajan en remoto desde casa asegura que su productividad mejora cuando utilizan un monitor de más de 24 pulgadas, o bien un par de monitores. Está claro por tanto que hay una relación notable entre el equipos y periféricos que un trabajador tiene para desarrollar sus tareas en casa y las capacidades que tiene un trabajador para realizarlas. Tanto, que el 63% de profesionales encuestados aseguran que la tecnología, las herramientas y los dispositivos que usan son determinantes para tener una experiencia mejor o peor cuando trabajan.
Teletrabajo y monitor ¿Cuál es la elección adecuada?
Existen muchas variables para seleccionar el monitor adecuado para el teletrabajo, pero en línea generales lo cierto es que el tamaño importa. Tal como se desprende del estudio el modelo elegido deberá tener, en la medida de lo posible, un tamaño igual o superior a 24 pulgadas.
En el caso de que los empleados trabajen con datos o necesite realizar tareas creativas, se muy recomendable contar con dos pantallas. En este caso será necesario tener en cuenta no solo el tamaño de los monitores sino también el espacio donde se colocarán.
En cuanto a los monitores curvos, aunque todavía no son muy comunes, son adecuados para trabajar en caso de que tus tareas estén relacionadas con entornos de tipo inmersivo. Como el desarrollo de videojuegos o las tareas de edición relacionadas con cine o vídeo. No obstante, si el monitor escogido tiene un formato ultrapanorámico también pueden resultar cómodo, ya que con ellos se consigue acercar las esquinas entre sí, además de generar una sensación envolvente.
Otro punto importante es el ergonómico. Las tecnologías para proteger la vista de la luz azul y evitar el parpadeo son claves para evitar cansancio ocular o dolores de cabeza. En el caso de la reducción de luz azul, los monitores dotados con esta funcionalidad permiten evitar que esta luz se cuele directamente hasta el punto en el que están sus células receptoras de luz.
Tamaño, reducción de luz azul o parpadeo son características básicas en un monitor para teletrabajar
Los monitores dotados con esta función suelen contar con un modo o un sistema que cambia la temperatura que tiene el color de la luz por una que es más cálida, lo que logra acabar con la mayor parte de la luz azul. En otros casos, además, integran un componente hardware que elimina la mayoría de las frecuencias de la luz azul, sin afectar a la calidad que tiene el colorido que aparece en pantalla. Además, si es necesario hacer algún cambio en la disposición y apariencia del color, los monitores cuentan con varios modos predefinidos.
En cuanto al parpadeo de la imagen, más típico en los monitores de menor calidad o en los más antiguos, se debe generalmente a su tasa de refresco, que se mide en Herzios e indica el número de veces que es capaz de refrescarse una imagen por cada segundo. El estándar está fijado en 60 Hz, pero muchos monitores ya cuentan con una tasa de refresco mayor. Cuanto mayor sea esta, mayor fluidez ofrecerá la imagen de la pantalla.
Para un teletrabajo estándar, que no tenga que ver con diseño gráfico, multimedia o videojuegos, será suficiente con una tasa de refresco comprendida entre los 60 y los 75 Hz. En el caso del sector audiovisual, será necesario un monitor con una tasa de refresco mayor, de 100 o 120 Hz. De esta manera, se consigue que la imagen que aparezca en la pantalla parezca moverse de manera mucho más fluida y natural.
Menos parpadeo, y por tanto, menos «saltos». Eso sí, para mejorar la calidad de la imagen, es necesario un ordenador con una GPU de cierto nivel. Así también la imagen ganará en fluidez y estabilidad. En caso de que el empleado trabaje con multimedia o juegos, no necesita que la tarjeta gráfica del equipo sea tan potente. Suele ser suficiente con la integrada en la placa que llevan de serie la mayoría de portátiles pensados para trabajar.
A esto hay que añadir las funcionalidades añadidas como la conectividad (usb, hdmi…) o la flexibilidad (inclinación, altura..) que puede aportar un monitor. Reuniendo todos estos valores, encontraremos el monitor adecuado para el teletrabajo. Una inversión que permitirá que el negocio de tus clientes sea más productivido, flexible y por supuest, rentable. Y si necesitas más información, te animamos a que descargues el informe de Forrester y Dell donde ofrecen muchos más datos al respecto.