Cada empresa dispone de una media de 367 aplicaciones y software para desarrollar su actividad diaria. Un exceso de aplicaciones tiene consecuencias negativas para la organización más allá de la experiencia de los empleados.
Los empleados dedican casi una tercera parte de su semana laboral, unas 2,4 horas diarias, a encontrar los datos y la información que necesitan para realizar su trabajo de forma eficaz. Esta es una de las consecuencias de la gran cantidad de aplicaciones que deben gestionar y que, lejos de facilitar la labor, contribuye negativamente a la productividad de los empleados.
Así se desprende de un estudio realizado por Forrester Consulting, según el cual, el desperdicio de recursos y capacidad de atención de los empleados es contraproducente con el contexto económico actual, en el que los líderes buscan concentrar su gasto en tecnología y hacer que sus organizaciones funcionen de la manera más eficiente posible.
Las empresas con métodos de trabajo desconectados e ineficientes se enfrentan a una caída del 24% de su productividad
Si el cambio de las aplicaciones a las que los empleados debían hacer frente era uno de los grandes lastres para su productividad, según han señalado tradicionalmente, ahora el exceso de aplicaciones parece estar provocando peores consecuencias para las organizaciones.
De acuerdo con el estudio de Forrester, las empresas que cuentan con métodos de trabajo desconectados e ineficientes se enfrentan a una caída del 24% de su productividad. En última instancia, la desconexión también afecta los ingresos, el compromiso de los empleados y la capacidad de innovar.
La renovación y compra de aplicaciones, impactada por la economía
Sin duda, estas consecuencias del exceso de aplicaciones llegan en un momento en el que los compradores de tecnología para las organizaciones no han mostrado signos de futuros recortes importantes en el gasto de TI para 2023.
No obstante, las previsiones que maneja la consultora apuntan a que estos responsables sí están mostrando interés en dimensionar correctamente la tecnología con la que cuentan y consolidar proveedores clave.
Las organizaciones están apostando por ciclos de ventas más largos y por retrasar sus decisiones de compra hasta 2023
Algunos proveedores, como Salesforce, apuntan que las organizaciones están examinando más la cuantía económica que destinan a software, lo que está llevando a ciclos de ventas más largos y a retrasar sus decisiones de compra hasta 2023.
Asimismo, otro punto clave del informe señala que, en el mercado de soluciones de colaboración, las organizaciones buscan opciones para la consolidación de servicios. Para dar respuesta a esta tendencia, los proveedores están lanzando propuestas con nuevas características y líneas de productos, muchas de ellas destinadas a proporcionar una ubicación digital central donde se lleva a cabo el trabajo.
Imagen inicial | Elisa Ventur