Actualidad

Solo el 29% de los españoles opta por el reciclaje de su dispositivo móvil

Se calcula que en España hay más de 56 millones de líneas móviles y que las cifras de teléfonos móviles en circulación superan al número de la población, siendo el 116,2% de ésta aproximadamente. Pero la vida útil de un dispositivo no suele pasar de los 18 meses de media, lo que supone un problema si se tiene en cuenta que solo 1 de cada 3 ciudadanos recicla su dispositivo de forma adecuada.

Según los datos aportados por el reciente ‘Estudio sobre Economía Circular’ de ANOVO, realizado con motivo del Día Internacional de los Residuos Electrónicos (celebrado el pasado 14 de octubre), se concluye que solo el 29% de los encuestados opta por el reciclaje cuando percibe que su dispositivo ha quedado obsoleto u opta por su renovación. De igual modo, el 17% prefiere repararlo o reutilizarlo antes que comprar un nuevo dispositivo.

El 17% de los encuestados prefiere reparar o reutilizar el teléfono móvil antes que comprar uno nuevo

La situación económica adversa actual, así como la elevada inflación, ha llevado a los consumidores españoles a pensarse muy bien la sustitución de su dispositivo móvil por uno nuevo. De hecho, se apura al máximo su utilización para evitar sumergirse en una nueva compra. Pese a todo, son muchas las empresas que aportan teléfonos corporativos a sus trabajadores y los usuarios que ven en la compra de un dispositivo una prioridad con fines laborales y personales.

El estudio de ANOVO concluye que los españoles utilizan una media de entre cinco y seis dispositivos electrónicos al día, de los cuales el teléfono móvil es el más empleado con un porcentaje del 88%. De igual modo, los datos recogen que el 96% de los españoles cuenta con, al menos, un smartphone, y que el 44% tiene hasta dos dispositivos móviles.

El tiempo de renovación de los dispositivos móviles suele ser, de media, de 18 meses. Por consiguiente se está ante un problema medioambiental importante, ya que todo ello reporta un incremento exponencial de basura tecnológica durante los últimos años. Sin ir más lejos, en España se desechan alrededor de 20 millones de dispositivos móviles, es decir, unas 2.000 toneladas de residuos electrónicos.

Un cambio de mentalidad urgente

Estamos ante un dato muy alarmante y el propio José García, CEO de ANOVO, asegura que su empresa se encuentra muy concienciada con este hecho y con el cumplimiento de los criterios ESG y la economía circular. No obstante, apunta, queda un largo camino por recorrer para concienciar a los ciudadanos, ya que el 76% de los encuestados asegura ser consciente del impacto medioambiental negativo que suponen los dispositivos móviles.

El 74% de los encuestados conoce el concepto de Economía Circular de los dispositivos móviles y el valor de la reutilización

Del mismo modo, el 74% de los encuestados conoce el concepto de Economía Circular de los dispositivos móviles y el valor de conceptos como la reutilización, el reciclaje y la regeneración de los recursos, enviando todos los residuos a los puntos limpios. De hecho, éstos se convierten en la opción favorita de los usuarios en el 48% de los casos.

Poner en valor el concepto de Economía Circular reduce considerablemente el impacto negativo en ecosistemas, fomenta el uso de energías renovables y promueve prácticas de eficiencia energética. Así se logra reducir la huella de carbono y el impacto medioambiental. En este sentido, ANOVO gestiona una media de más de cinco millones de dispositivos al año y acumula más de 50 millones de dispositivos electrónicos reacondicionados en sus más de 20 años de trayectoria en el mercado.

Un problema latente

El papel de entidades como ANOVO es importante, pero también el de los usuarios particulares. Hay que tener en cuenta que la gran mayoría de los teléfonos móviles se fabrican con plástico, hierro, aluminio, cobre y otros metales. Pero realmente es la batería la parte más contaminante, ya que la batería de litio puede llegar a contaminar hasta 600.000 litros de agua. Al no reciclarse correctamente, todos los materiales tóxicos de un dispositivo móvil (arsénico, antimonio, plomo, níquel o zinc, entre otros metales pesados) causan daños irreparables en el ecosistema.

Las previsiones no son nada halagüeñas, pues se estima que en 2030 habrá un total de 74 millones de toneladas de residuos electrónicos, de las cuales más del 90% de los materiales serían reciclables. Y es que hay que tener en cuenta que el 97% de los materiales de un teléfono móvil, salvo la batería, son 100% reciclables. Las baterías se tratan por separados mediante procesos mecánicos, de un modo similar a las pilas.

 

Artículo AnteriorSiguiente Artículo