El próximo año será decisivo en la adopción de facturación electrónica en España. Las normativas como la Ley Antifraude y Ley Crea y Crece sentarán las bases de una nueva forma de emitir y recibir facturas mucho más digital, transparente y eficiente. O al menos esa es la teoría.
Y aunque muchas empresas todavía no son conscientes del cambio que les viene encima, lo cierto es que otras ya están en el camino de la digitalización de su gestión empresarial. Concretamente, son los sectores retail, energía e industria los que lideran el uso de factura electrónica, según datos de SERES.
El primer lugar lo ocupa el sector retail, que agrupa a las empresas del comercio al por mayor y al por menor y que ha liderado el uso de la factura electrónica a nivel nacional con el 24,87% de las facturas emitidas y el 16,61% de las empresas emisoras. A su vez, este sector también ha sido el mayor receptor de estos documentos con el 45,93% de las facturas recibidas, así como el 15,31% de las empresas receptoras.
El sector del suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado supone el segundo más activo en el uso de la factura electrónica con el 20,19% de los documentos emitidos en 2023 y el 9,57% de las empresas emisoras. Sin embargo, las recepciones de facturas electrónicas en este sector fueron escasas, con solo el 2,12% de los documentos recibidos y el 1,06% de las empresas receptoras.
Por su parte, el sector de la industria manufacturera representa el tercer mayor volumen de facturas electrónicas emitidas con el 17,24% del total y el 12,97% de las empresas emisoras, así como el 17,13% de los documentos recibidos y el 11,13% de las empresas receptoras.
Otros verticales como el tecnológico también están avanzando rápidamente en este terreno. Convivir con todo el ecosistema de soluciones que están apareciendo para ayudar a pymes y grandes corporaciones a adaptarse a las normativas es una ventaja que este sector aprovecha.
Facturación electrónica: camino por andar
Pero lo cierto es que si hablamos en términos generales, el tejido empresarial español todavía está lejos de tener una adopción masiva de la facturación electrónica. En el primer trimestre de 2024 SERES calcula que tan solo el 31% de las pequeñas empresas han emitido una factura en este formato, mientras que el 24% la han recibido. En el caso de las microempresas, el porcentaje es aún menor: el 10,6% han sido emisoras y el 12% receptoras.
En la mediana empresa la situación está algo mejor. Estas organizaciones se han situado como las mayores usuarias de facturas electrónicas con el 31,78% de los documentos emitidos y el 33,84% de los recibidos. Las grandes empresas representan el 26,10% de las emisiones y el 29,12% de las recepciones.
Aunque todavía los niveles de adopción son bajos, se prevé que el impulso sea decisivo en los próximos años. Las normativas y el empuje de la digitalización será decisivo para aupar la facturación electrónica.