Aunque después de año hablando de cloud nos parezca increíble, la realidad de la nube en España es aún muy minoritaria. Tan solo un 31,65% de las empresas españolas contratan servicios cloud, y más del 50% de ellas tienen menos del 25% de sus datos alojados en nubes públicas. Unos datos que se deben ver como la gran oportunidad que representan para el canal de distribución tecnológico.
Aunque España no lidera los rankings de países europeos en cuanto a adopción de estos servicios (ocupa el puesto 23 dentro de la UE), el potencial de crecimiento del sector es enorme. No solo porque nuestro país se está posicionando como hub del sur de Europa para los hiperescalares y proveedores, sino también porque eso da alas a nuevos proyectos cloud.
Así lo corrobora un estudio de Grupo Aire donde se pone de manifiesto el crecimiento esperado para el cloud en los próximos años. Los vaticinios apuntan a que el sector de cloud computing en España crecerá un 13,7% anual hasta 2026, generando 17.000 millones de dólares en 2027 y 22.500 millones de dólares en 2029.
Los principales motivos de este crecimiento derivan del impulso de las estrategias de transformación digital, el auge de la IA generativa o los objetivos de sostenibilidad, ya que el cloud puede ayudar a las empresas a optimizar el uso de recursos y reducir su impacto ambiental.
Mucho trabajo por delante
Para que las previsiones de adopción cloud se cumplan es fundamental que las empresas y las administraciones públicas aborden las barreras a la adopción del cloud, inviertan en talento cualificado y fomenten la colaboración entre los diferentes actores del ecosistema cloud.
La regulación, los costes o la seguridad son las causas principales que declaran las empresas a la hora de frenar sus estrategias de adopción de servicios en la nube. El 58% de las empresas declara que las normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), la directiva sobre ciberseguridad NIS2 o la trasposición de la Ley de Inteligencia Artificial limitan las estrategias de adopción.
Por otro lado, para el 46% de ellas, son los costes de migrar a un entorno nuevo. El 42% señala la seguridad de los datos como principal freno, mientras que el 33% ve un problema la complejidad de las soluciones al no tener experiencia ni conocimiento técnico previo.
Así, los proveedores cloud y partners deben coger el testigo para impulsar este negocio. Salvar las barreras que ven los clientes y establecer líneas de trabajo para que la nube se convierta en una opción más para las empresas. No la única, pero si una en la que pueda reforzar sus proyectos digitales, agilizarlos y conseguir ser más competitivos.