Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que Motorola vendía tanto móviles como para pasar a estar en la lista de los terminales más populares. Sin embargo, poco a poco su éxito fue decayendo. La compra de Google reavivó las expectativas. El fruto de esta relación fue Moto X y los esfuerzos por aupar la marca se basan en la producción local.
De momento, Moto X está lanzando 100.000 unidades semanales en Texas. Es un primer paso modesto para probar el éxito del smartphone. La cantidad es pequeña si tenemos en cuenta las dimensiones de Estados Unidos. Sin embargo, esto es solo el inicio de un plan de actuación desarrollado en colaboración con Flextronics.
Concretamente, Dennis Woodside, CEO de Motorola asegura que están trabajando esta empresa para producir «decenas de millones» de unidades de Moto X en un año. Eso sí, es cauteloso al asegurar que la producción dependerá de la demanda.
«Cuando elaboramos el plan de actuación, tenemos un plan de fabricación. No obstante, no tenemos objetivos de lanzamientos ya que dependen de nuestros partners y donde necesitamos enfocarnos ahora es en esas 100.000 unidades. Ahí es dónde estamos».
Aunque los costes de producción en Estados Unidos son muchos más elevados que en China, parece que existen otras ventajas. El propio CEO de Flextronics comenta que hacer un smartphone en Norteamérica cuesta entre 12 y 14 dólares mientras que en China cuesta 4 dólares. Sin embargo, la decisión de producción en el Nuevo Mundo permite tener stock en cuatro días además de desarrollar terminales más acordes con el público.
Un competitivo mercado
El mundo de la movilidad se ha transformado en muy poco tiempo. Hace 10 años, Nokia y Motorola eran los reyes y ahora, la revolución de las aplicaciones hizo que Apple o Samsung se posicionará en los primeros puestos. De estos son los grandes éxitos en ventas de la actualidad.
Moto X ha nacido en un momento complicado donde todos quieren su parte del pastel de la telefonía móvil. Desde los fabricantes chinos que hacen sus pinitos en el mercado europeo –véase Xioami, por ejemplo- hasta gigantes del software como Google que han probado con alianzas con marcas de hardware.
Sin embargo, el mercado es muy competitivo. Samsung y Apple no quieren perder su cuota de mercado y para ello siguen innovando. Los nuevos iPhone 5C y iPhone 5S son prueba de ello al igual que el Galaxy S4.
Aún así en la historia tecnológica nada está escrito. Empresas que ayer fueron iconos de una era, hoy son compradas por un precio ridículo. Pero ¿resurgirán de sus cenizas? Veremos si Motorola lo consigue siendo parte de Google y con su Moto X. Por lo pronto, esa es su intención aunque de forma cautelosa.