Microsoft ha anunciado sus resultados trimestrales. Unas cifras de negocio que mejoran gracias a las ventas de Surface motivadas seguramente por la bajada de precio. Sin embargo, las verdaderas divisiones estrellas han sido las de servicios y software corporativo que crecieron a buen ritmo. El mercado PC se sigue resintiendo.
Los resultados de Microsoft han superado las expectativas. Un 15% más de ingresos traducidos en 18.350 millones de dólares y un beneficio neto de 5.244 millones de dólares creciendo un 17% sobre el mismo periodo de 2012.
Las divisiones comerciales, de negocio, servidores y herramientas, donde se incluyen servicios y software corporativo y la estrella rutilante en Redmond que no es otra que la suite Office, crecieron a buen ritmo. No obstante, son los servicios en la nube los que más destacan con una subida del 103%.
También han crecido los ingresos derivados de dispositivos y consumo, un 4% para ingresar 7.460 millones de dólares. Aquí se incluye el negocio relacionado con los tablets Surface que en el trimestre generaron 400 millones de dólares al duplicar ventas de unidades. Un resultado que contrasta con el cargo negativo del anterior trimestre de 900 millones de dólares, provocado por el exceso de stock ante las tibias ventas de Surface RT.
El negocio Windows OEM (ingresos por ventas de licencias Windows) retrocedió un 7%. Dato negativo pero también mejor de lo esperado teniendo en cuenta el brutal descenso de ventas de dos dígitos del mercado PC donde los sistemas Windows monopolizan el mercado.
En resumen: Microsoft sigue ofreciendo sólidos resultados financieros globales, un activo del que puede presumir el CEO Steve Ballmer (quizá en su último balance) a pesar de las críticas hacia su gestión y de los grandes desafíos para un trasatlántico como Microsoft a los que tendrá que enfrentarse su sucesor.